Territorio, nombre y grupos.
El Irán actual es un territorio
menor que el ocupado por los iranios históricos, que comprendió además
Afganistán, Beluchistán (SO. de Paquistán), el Turquestán ruso hasta el
río Sir-Daria, el Mar de Aral y el Caspio y una parte de la Rusia
meridional hasta la orilla del Mar Negro. "Irán" es la abreviatura de
Iran-sahr, "país de los arias" (o arios), grupo que incluía también a
los futuros ocupantes de la India, parientes próximos de los iranios.
Este grupo indoiranio, fracción de los indoeuropeos, entró en la India
por el NO. y ocupó primero el Penjab (cuenca del Indo) y, luego, el
Ganges, para pasar al resto del subcontinente y aun más allá. La
presencia aria se detecta en Asia occidental desde el s. XVI a. C.,
entre los casitas, entonces dueños de Babilonia, y los mitanios de la
Alta Mesopotamia, así como en Palestina, pues aparecen nombres arios en
tablillas cuneiformes entre 1600 y 1250, sin que pueda, empero,
asegurarse si éstos últimos eran iranios, indios o de otro grupo i. e.
Las divisiones dialectales iranias indican su fraccionamiento en
grupos. El Este, separado del Oeste por el gran desierto central de la
meseta irania, servido por una serie de oasis al sur del Caspio, fue la
cuna del zoroastrismo y allí se compusieron las partes más antiguas del
Avesta, su libro sagrado. El NO (sur del Caspio y del Cáucaso) era el
país de los medos, cuyo rey Deyoces fundó el primer imperio iranio
(Heródoto I 96), con capital en Ecbátana. Se mencionan por vez primera
en el 835 a. C., en un documento de Salmanasar III, que guerreó contra
ellos. Según Heródoto, los magos eran un grupo medo. El SO y, más
exactamente, la parte de la meseta contigua al Golfo Pérsico, era
territorio de los persas: la Persia o Pérside propia (hoy, Fars). En el
900, los medos se han extendido por la meseta irania y los persas hacia
los Zagros. Hacia 670, los medos someten a los persas. En 653, los
escitas dominan a los medos y los persas se emancipan y son vasallos de
Asurbanipal (648). En 625, Ciaxares recupera el poder para los medos y
en 612, aliado con los babilonios, destruye Nínive (fin del Imperio
asirio, época de Jeremías). El persa Ciro (Kurash) II El Grande tomó
Babilonia (donde liberó a los judíos) y fundó el Imperio Aqueménida
(satrapías) con el que se enfrentaron los griegos y que cayó ante
Alejandro (331 a. C.)
Aqueménidas.
Descendientes de Aquemenes (Hakhamanish, del
clan persa Pasargada). Ciro (558-530), el Grande, de origen oscuro [ver
hoja específica] construyó el Imperio territorial medopersa, que al N.
limitaba con los sacas o escitas, tomó sin lucha Babilonia (539) y puso
la capital en Pasargadas (Pérside). Cambises II (530-522) conquistó
Egipto (525 contra Psamético III) pero a su muerte se disgregó el poder
central. Darío (Darayausha) I, triunfador tras dirigir una conjura,
(522-486) lo llevó a su máxima expansión tras sofocar varias revueltas
y cruzar el Helesponto hasta el Danubio. Por inscripciones de éste y
sus sucesores en el roquedo de Behistún (ruta de Babilonia a Ecbátana),
en Persépolis (cerca de Siraz) y Susa (en Elam o Susiana, cerca de
Sustar) se sabe que adoraban a Ahura Mazda, pero no citan a Zaratustra.
Los magos constituían el clero. Jerjes (486-465) prohibió el culto a
los daivas (antiguos dioses), destruyó Babilonia (482) y suprimió el
culto a Marduk, tolerado por Ciro y Darío. Artajerjes I "la larga Mano"
(465-425) sofocó la rebelión egipcia y autorizó la reconstrucción de
Jerusalén. Darío II (423-405) se coronó tras duras disputas dinásticas
que originaron secesiones. Con Artajerjes II Mnemón (405-359) se
autorizan las efigies de culto: Anahita (= Artemisa) aparece en
Babilonia, Susa, Ecbátana, Persia, Bactriana (Irán oriental) y Sardes
(Lidia). En los textos imperiales los nombres de Anahita y Mitra se
unen al de Ahura Mazda. Artajerjes III (358-338) reunifica el Imperio y
es asesinado. En 336 le sucede Darío III, bisnieto de Darío II, que
será vencido por Alejandro III de Macedonia el Magno (331) y morirá al
poco (330). El general macedonio Seleuco gobernó el Irán desde el 311 y
comenzó la rivalidad con los partos, aguda desde tiempos de Arsaces
(coronado en 247).
Arsácidas.
Siglo y medio tras la muerte (323) de Alejandro, el Irán occidental cae
en manos de los partos, iranios del SE. del Caspio. Mitrídates I
(171-138) es el fundador de este Imperio que retó al poder romano, con
capital en Ctesifonte, cerca de Seleucia y de la actual Bagdad. Para
entonces la religión parece mezclada con elementos griegos, semitas e
indios. En Asia Menor se habían ya formado los misterios de Mitra que
penetraron en el Imperio Romano desde el s. II. El elemento semita es
muy visible en las ciudades partas de Mesopotamia, como Dura-Europo
(Éufrates medio). En Irán oriental se yuxtaponen las
religiones irania, griega e india, sin mezclarse mucho.
Superficialmente helenizada por Alejandro y los reyes indo-bactrianos
que le sucedieron, la región es tomada por los sacas (Sakastán, hoy
Sistán, entre Afganistán y Beluchistán) y, luego, por los pahlavas,
cuyo rey Gondofarnes, según cierta tradición, acogió al apóstol Tomás.
Este rey sería Gaspar (uno de los magos en viaje a Belén). La religión
irania, sumergida por la griega, resurge en la dominación de los kusán,
que también reinaron en la India: budismo y zoroastrismo se influyeron
mutuamente (Budas colosales de la región de Kabul).
Sasánidas.
Desde 226 d. C. la casa sasánida, con centro en
Pérside, restaura oficialmente el zoroastrismo, en vigor hasta la
conquista islámica (635). Se enfrentó al cristianismo y al maniqueísmo,
predicado por Mani, síntesis de creencias griegas, judías,
mesopotámicas e iranias, caracterizada por su dualismo absoluto.
Ardasir, fundador de la dinastía (226-241), fue padre de Sapor
(241-272), vencedor del emperador Valeriano (relieves de Naqs i Rustán,
cerca de Persépolis). Varhrán I (273-276) prendió y ejecutó a Mani.