Historia Antigua - Universidad de Zaragoza - Prof. Dr. G. Fatás

NAVEGACIÓN FENICIA

Ámbito. Océano Índico, Mar Rojo, África occidental y circunnavegación del África, posiblemente con Necao (c. 598 a. C., Heródoto IV 42), con parada larga en invierno. Himilcón (antes del 480, durante 4 meses) llegó a las islas del estaño. Hannón (antes del 480), al Golfo de Guinea: 60 naves. La mar se navega entre primavera y octubre (hasta el s. XVI), como máximo.

Naves. De inspiración inicialmente egipcia. Vela cuadrada, remo, maniobra pesada, incómoda y peligrosa, navegación de cabotaje y de altura (nocturna en mar abierto). Señales luminosas y sonoras. Los fenicios dotan a sus naves de quilla, espolón, calafate y vela cuadrada orientable (lino), izada y arriada con brioles, así como de remo timonel doble y mamparas externas para proteger a los tripulantes. Alerce y pinabeto (tablazón), cedro (mástiles), ciprés (quilla), roble (machihembrado), olmo (casco). El 60% del tiempo el barco está detenido. Llegan a poder recorrer en condiciones muy favorables 400 millas en 4 días. La media mercante estaba en torno a los 6 nudos y la diaria entre 68 y 82 millas (Heródoto IV 86; Tucídides II 97; III 3; VI 1). Según eso, de Cartago a Gadir se tardaría una semana, como de Gibraltar a Pirene. El viaje Tiro-Gadir (más de 2.600 millas en línea recta) duraría de 80 a 90 días y es dudoso que se hiciera en la misma campaña el de vuelta. Pasaría por Cerdeña, Ibiza y Andalucía oriental y, a la vuelta, por Cartago y Egipto o por Ibiza y Cerdeña. El viaje de Coleo de Samos a Gadir a fines del s. VII se ha estimado en 1.440 horas (60 días) para 2.000 millas. 15 días de Grecia a Sicilia. Los focenses del s. VI tardarían 45 desde Focea hasta Ampurias (1.360 millas en línea recta, en pentecóntera, a unas 6 millas/h.)
1) Pequeñas: se ven en los relieves de Balawat (s. IX), don uno o dos remeros, extremos redondeados y mascarón de proa con cabeza de caballo (inventadas por Hippos de Tiro, según Plinio V 206). Se les llamaba "caballos" (Estrabón III 3 4) en la Cádiz del s. I a. C. y llegaban a pescar a Larache. No eran raros sus naufragios. Se han usado hasta hace poco naves así en Malta.
2) Mercantes: panzudos y redondos, con altas barandas, del tipo egipcio "naves del Punt" (1:4) con más confianza en la enorme vela cuadrada que en el remo. Hacia el 3000 a. C. ya van a Egipto 40 barcos cargados de cedro (Ònaves de BiblosÓ, luego). Navegación larga. Las llaman "bañeras" (g™lah, gaul¾ow en griego = palangana). Tienen altas la proa y la popa. Cuenta con 18 ó 20 remos, para maniobra, y el espacio se reserva a la carga, no a los tripulantes. Cargaban entre 100 y 500 t. En condiciones favorables hacían 5 nudos* (unas 400 m en 4 días). Hubo flotas de 50 naves en el s. XI (Relato de Unamón).
3) Naves de combate, las temibles galeras (1:7, 1:8), con muchos remos y espolón (al menos desde el 800). Las conocemos figuradas con dos hileras superpuestas de remeros (birremes) por banda y protegidas por escudos. Un total de 50 hombres (remos, tropa, maniobra) que pudo llegar a contar con 50 remeros (birreme pentecóntera), dos oficiales y en conjuntos de 60 naves que navegaban costeando (por su escasa capacidad de almacenamiento). La birreme con espolón está ya representada en el palacio de Senaquerib en Nínive (s. VIII). La pentecóntera, de unos 30 m, era rápida y ágil y de poco calado. La trirreme (sidonia y corintia) admitió 170 remeros hacia el 670 y se generalizó desde el s. VI. La quinquerreme llegó a 210 remeros. Una nave normal de combate llevaba 10-15 hombres de equipaje de maniobra como máximo. Las grandes flotas eran muy onerosas: las 200 atenienses de Salamina (480) necesitaron 34.000 hombres. El episodio de Salmanasar V (727-722) contra Tiro (Josefo, Ant. Iud. IX 14) muestra a 12 naves tirias hundiendo a las 16 atacantes (fenicios al servicio de Asur) y haciendo 500 prisioneros, lo que implica ataque por embestida y posesión de una flota de guerra permanente y entrenada.

Cabotaje. Pierre Cintas 1949: tráfico diurno, 20-30 millas diarias, distancia entre dos Òpaisajes púnicosÓ (30-40 km. a vuelo de pájaro). Se pasa la noche en la playa o se ancla en una ensenada protegida y poco profunda. Hoy se acepta como cierto para pequeños bastimentos de pesca y tráfico local. De Corcira a Brindisi, los clásicos tardaban 9 horas. Hay rutas fenicias sin escala mucho más largas: de Ibiza al SE de España hay más de 65 millas y de Abdera a Orán, más de 130. Desde Orán a las bocas malagueñas del Guadalhorce, más de 200. El trayecto más corto entre Argelia y Gata es de 100 millas en línea recta. Y no conocemos ningún puerto fenicio marroquí entre Orán y Gibraltar (235 millas) anterior al s. V. Por otro lado, los establecimientos andaluces distan a veces nada más que 6 km. De modo que es preciso admitir la navegación de altura.

Altura. Los enclaves de Sicilia, Cerdeña e Ibiza la prueban. Homero (Od. 14 257 s.) describe un viaje Creta-Egipto de 4 días y habla de viajes de 6 días con sus noches sin escala. Estrabón (III 2 5) habla claramente de la navegación de altura. La orientación se hace mediante la Estrella Polar (llamada Phoiniké por los griegos). En los ss. VIII-VII, cuando menos, hay ya gran navegación, frecuentes viajes de 4 a 50 días, iluminación nocturna. En todo el Mediterráneo es buena la visibilidad de costa y, sobre todo, en el occidental. Un escollo de 9 m de altura deja de verse a 8 millas. De 2.500 m, a 125 millas. Un vigía a 9 m de altura gana 12 km de visión. La zona de menor visibilidad está entre el sur de Túnez y el Sinaí y entre las Baleares, Córcega y Cerdeña. El viaje entre Tiro y Gadir era muy rectilíneo, con un desvío al norte entre las Islas Jónicas y Sicilia.


Inicio / P.O.A. / Grecia / Roma / Hispania / Cronologías / Fuentes / Atlas / Guía península Ibérica / Principales portales