Historia Antigua - Universidad de Zaragoza - Prof. Dr. G. Fatás

TEXTOS EGIPCIOS QUE IMPLICAN A LA FAMILIA

Los documentos regios o privados frecuentemente incluyen muestras de los castigos que podían aplicarse a los malhechores y a sus familias. Por si no eran capturados, como disuasión, se añadían amenazas o imprecaciones.
A cualquiera que borrare estos escritos: Amón le será enemigo, Mut [esposa de Amón de Tebas] perseguirá a su esposa, Jonsu [hijo de ambos] perseguirá a sus hijos./// Al general del ejército o al escriba del ejército que llegare tras de mí y hallare en ruina este templo funerario, así como a los esclavos y esclavas de mi dependencia, y que mande a gente de entre ellos para cualquier negocio del Faraón o a cualquier persona para que trabaje para él: Sus hijos no heredarán sus cargos. Sus esposas serán violadas y sus ojos serán testigos de ello. [Deben dedicarse al cuidado del templo en exclusiva.] /// A quien esto derribare: Será entregado al cuchillo de Amón-Re. Será entregado a la llama de Sejmet. Será aquel, junto con el hijo de su hijo, será derribado por Osiris para siempre, eternamente. Un asno lo violará, un asno violará a su mujer y su mujer violará a sus hijos. /// Al escriba o al funcionario o a cualquier hombre que se llegare a este campo para coger de él cualquier cosa o para hacer cosas en su tierra: Es un rebelde contra el Gran Dios. Su hijo y su hija serán sacrificados en el suelo. No será sepultado en la Ciudad de los Muertos.
Comentario, ibid. 348. Estas amenazas violentas e, incluso, obscenas, a la familia nuclear pueden parangonarse con los casos en que la familia nuclear entera era hecha responsable de los delitos de uno de sus miembros. Como se ve en el último ejemplo, las amenazas podían dirigirse también contra la posibilidad de que el ofensor disfrutase de la vida de la bienaventuranza. A pesar de algunos de sus rasgos más llamativos, estas amenazas no eran fruto de imaginaciones calenturientas. De hecho, gran parte de su contenido reflejan la gama real de castigos existentes para las ofensas más graves, que incluían la pérdida del estatus civil en esta vida y en la otra y, en concreto, la pérdida del empleo y de las propiedades, trabajos forzados y denegación de los ritos funerarios.

Privación de empleo a los hijos. Hacia 1630 a. C., un sacerdote del templo de Min en Copto cometió un crimen al dar acogida en el templo a un traidor. El propio rey presidió el juicio y, mediante un decreto, sentenció el castigo de Tety y mandó que fuese grabado en una puerta del templo. "Expulsadlo del templo de mi padre Min, desposeedlo de su cargo en el templo, como a su hijo y al hijo de su hijo, y de heredero en heredero, sean proscritos, y que se le prive de sus ingresos, de su alimento y de su carne, y que su nombre no sea pronunciado más, como se hace con quienes son como él, un criminal, un enemigo de su dios. Que se saquen sus documentos del templo de Min y del tesoro, así como cualquier otro de sus papiros."

Tradicionalismo filial. La ampliación de la proscripción de Tety y de su expulsión del cargo a sus hijos, a perpetuidad, refleja la bien conocida práctica del oficio hereditario, que aprovechaba la utilidad de que el padre fuese maestro del hijo, pero, también, el valor egipcio de la familia nuclear y el interés que tenía la cohesión de las familias para la armonía del conjunto social. Punto éste que se evidencia en un texto literario en el que un visir faraónico del Imperio Antiguo pide permiso al rey para escribir ciertas instrucciones sobre su oficio y su conducta a su hijo y sucesor (Instrucciones de Ptahhotep): ÒOjalá se mande a este servidor reunir un equipo de ancianos, para que le digan las palabras de quienes escucharon y los caminos de los antepasados que oyeron a los dioses, ojalá te suceda tal cosa, para que los litigios se alejen del pueblo y las Dos Riberas te sirvanÓ: valores tradicionales, transmitidos de generación en generación, de padre a hijo, son los que darán tranquilidad al reino.

Fraude familiar. Durante la VI Dinastía, un tal Sebejotpe, hijo mayor, hermano o primo de User, a la muerte de éste, exhibió un documento que lo designaba como custodio legal de la viuda, los hijos y los bienes de User o, quizá, como albacea de sus fincas para la asignación de lotes a los herederos. Pero Tjau, hijo de User, denunció que el documento era una falsificación. Se conserva un texto fragmentario de este litigio, en el que el tribunal ordena a Sebejotpe que consiga Òtestigos indicutibles que puedan jurarÓ que el documento es auténtico. Por otras fuentes se sabe que ciertos acuerdos debían hacerse en presencia de testigos, probablemente para evitar problemas así. En el pleito se estableció que, si no comparecían tales testigos, la administración de la herencia correspondería a Tjau. Pero no se conserva el texto con el resultado final del caso. ÒSebejotpe ha aportado un documento en el que el noble real y supervisor de caravanas User aparece como habiendo dispuesto que su esposa, sus hijos y todos sus bienes quedasen en manos de Sebejotpe para que dispusiese en beneficio de de los hijos de User, tratando al mayor y al menor según su edad. Pero Tjau alega que su padre nunca hizo tal en ningún momento.Ó

La hija pleitea. Mi padre ha hecho algo indebido. Tenía en su poder cosas de mi pertenencia que me había regalado mi marido, pero mi padre las dio a su segunda esposa Senebtisi. ÀPuedo lograr que me las restituya? D. Lorton CANE I 1995 349: No tenemos idea de si los objetos aludidos fueron o no de especial valor, pero esta cita del expediente de un juicio de la XIII Din informa de las complicaciones que podían darse en la vida diaria, confirma que era posible arreglarlas legalmente, incluso en materia relativamente menor, y confirma que la mujer tuvo personalidad legal independiente, en el sentido de que no necesitaba del marido ni de un pariente varón para actuar por sí misma en asuntos legales.


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