Privación de empleo a los hijos. Hacia 1630 a. C., un sacerdote del templo de Min en Copto cometió un crimen al dar acogida en el templo a un traidor. El propio rey presidió el juicio y, mediante un decreto, sentenció el castigo de Tety y mandó que fuese grabado en una puerta del templo. "Expulsadlo del templo de mi padre Min, desposeedlo de su cargo en el templo, como a su hijo y al hijo de su hijo, y de heredero en heredero, sean proscritos, y que se le prive de sus ingresos, de su alimento y de su carne, y que su nombre no sea pronunciado más, como se hace con quienes son como él, un criminal, un enemigo de su dios. Que se saquen sus documentos del templo de Min y del tesoro, así como cualquier otro de sus papiros."
Tradicionalismo filial. La ampliación de la proscripción de Tety y de su expulsión del cargo a sus hijos, a perpetuidad, refleja la bien conocida práctica del oficio hereditario, que aprovechaba la utilidad de que el padre fuese maestro del hijo, pero, también, el valor egipcio de la familia nuclear y el interés que tenía la cohesión de las familias para la armonía del conjunto social. Punto éste que se evidencia en un texto literario en el que un visir faraónico del Imperio Antiguo pide permiso al rey para escribir ciertas instrucciones sobre su oficio y su conducta a su hijo y sucesor (Instrucciones de Ptahhotep): ÒOjalá se mande a este servidor reunir un equipo de ancianos, para que le digan las palabras de quienes escucharon y los caminos de los antepasados que oyeron a los dioses, ojalá te suceda tal cosa, para que los litigios se alejen del pueblo y las Dos Riberas te sirvanÓ: valores tradicionales, transmitidos de generación en generación, de padre a hijo, son los que darán tranquilidad al reino.
Fraude familiar. Durante la VI Dinastía, un tal Sebejotpe, hijo mayor, hermano o primo de User, a la muerte de éste, exhibió un documento que lo designaba como custodio legal de la viuda, los hijos y los bienes de User o, quizá, como albacea de sus fincas para la asignación de lotes a los herederos. Pero Tjau, hijo de User, denunció que el documento era una falsificación. Se conserva un texto fragmentario de este litigio, en el que el tribunal ordena a Sebejotpe que consiga Òtestigos indicutibles que puedan jurarÓ que el documento es auténtico. Por otras fuentes se sabe que ciertos acuerdos debían hacerse en presencia de testigos, probablemente para evitar problemas así. En el pleito se estableció que, si no comparecían tales testigos, la administración de la herencia correspondería a Tjau. Pero no se conserva el texto con el resultado final del caso. ÒSebejotpe ha aportado un documento en el que el noble real y supervisor de caravanas User aparece como habiendo dispuesto que su esposa, sus hijos y todos sus bienes quedasen en manos de Sebejotpe para que dispusiese en beneficio de de los hijos de User, tratando al mayor y al menor según su edad. Pero Tjau alega que su padre nunca hizo tal en ningún momento.Ó
La hija pleitea. Mi padre ha hecho algo indebido. Tenía en su poder cosas de mi pertenencia que me había regalado mi marido, pero mi padre las dio a su segunda esposa Senebtisi. ÀPuedo lograr que me las restituya? D. Lorton CANE I 1995 349: No tenemos idea de si los objetos aludidos fueron o no de especial valor, pero esta cita del expediente de un juicio de la XIII Din informa de las complicaciones que podían darse en la vida diaria, confirma que era posible arreglarlas legalmente, incluso en materia relativamente menor, y confirma que la mujer tuvo personalidad legal independiente, en el sentido de que no necesitaba del marido ni de un pariente varón para actuar por sí misma en asuntos legales.