Alfabeto y hierro.
Dos sucesos de orden cultural adquieren el máximo relieve entre olos
años 1200 y 1000 a. C.: el alfabeto y la metalurgia del hierro, que
extienden de forma extraordinaria la escritura y la técnica del metal
más abundante en la naturaleza. Escribir y disponer de metal empezarán
a dejar de ser excepcionales. El hierro funde a 1530¡: pero a 1000¡ se
produce la reducción del óxido de hierro por el carbono y con ello
hierro impuro. Recalentado y martilleado varias veces, se obtenía
hierro sin carbono bastante más puro, que aún mejoraba tras largos
calentamientos en presencia del carbono de un horno de carbón vegetal.
Parece que la técnica nació en Siria del N (1300-1100).
Fuentes.
Anales y cartas de las cortes babilonia y, sobre
todo, asiria, que narran numerosos incidentes concretos, así como los
textos bíblicos relativos al periodo (época de los Jueces [= caudillos]
y de los Reyes [Casa de David, reinos de Israel y Judá). Las
excavaciones en las grandes capitales asirias comienzan en 1842
(Nínive, Jorsabad, Asur) y suministran millares de tablillas. También
se excavan Babilonia, Uruk, Sippar, ciudades del reino de Urartu,
vecino y rival de Asiria (en el lago Van: yacimientos de Karmir Blur y
Erebuni, excavados por los soviéticos desde el decenio de 1930), y de
un Irán aún retrasado (Hasanlu, desde 1936). La arqueología israelí ha
sido intensiva.
Pueblos del Mar y arameos.
En coincidencia con los ataques
de los Pueblos del Mar en Egipto, las costas siro-palestinas asisten a
numerosas destrucciones de ciudades que, al poco, entran en una fase de
intensa actividad. En cambio, el tradicional eje N-S del Éufrates
aparece decaído durante todo el periodo, en beneficio de la costa, por
un lado; y, por otro, del eje E-O que va desde Asiria hasta el Tauro.
En el interior se produce una entrada abundante de semitas arameos,
parientes de los amorritas del III milenio (y de los árabes del s. VII
d. C.), pastores de ovino y de asnos (aún no usan caballo ni camello).
Su lengua, ampliamente difundida por el Imperio Persa ("arameo
imperial"), será la más común en el POA, en sustitución del acadio y
sus variantes, desde el s. VII a. C.
Los Pueblos del Mar son los mencionados por Merneptah en Karnak, Rameses (Ramsés) III en Medinet Habú y en el papiro Harris. Los shardana [sherden] se mencionan también en Ugarit y El Amarna. Son aliados de Egipto en Qadesh (Rameses II) y con Rameses III. Llevan casco con cuernos (Àorigen balcánico, caucásico o de Siria del N? Su nombre puede relacionarse con el de Cerdeña (Sardinia) y ciertos autores leen en el texto fenicio de una lápida de Nora (Cerdeña) la locución be-shardan. En la cultura sarda de los nuragha megalíticos, las figurillas broncíneas que representan a guerreros se asemejan a los grabados de Medinet Habú y a otros restos chipriotas. Los lukka también aparecen en los textos amarnienses. En Qadesh luchan del lado hitita. Vivían de sus potentes flotas piráticas, costeando Chipre y el sur de Anatolia. Los hititas los tuvieron por un verdadero Estado. Para algunos, su centro estaría en el mar de Mármara, pero su nombre se relaciona con el de Licia, acaso su segunda y más dinámica sede. Los ekwesh [akawasha] podrían ser los ahhiyawa. Es verosímil que se trate de los aqueos micénicos, griegos, acaso ya establecidos en el occidente anatolio (la Mileto griega podría ser la Millawanda/Millawata de los textos hititas). Menos fácil es que se trate de los troyanos. (Algunos alegan que el nombre de Troya = Ilión, puede ser elWilusha de los archivos hititas). Aun aceptando la ecuación ahhiyawa = aqueos, no se deduce que ahhiyawa = ekwesh. Los ekwesh de Merneptah eran circuncisos, práctica anómala entre indoeuropeos. Se tiende, no obstante, a aceptar la triple identidad ekwesh = ahhiyawa = aqueos. Los teresh [tursha] quizá sean los taruisha de tiempos de Tudhaliya IV. Vivirían al N. de Assuwa (cerca de Tróade, para unos; en Lidia, para otros). Así, habría relación directa teresh-taruisha-tyrsenoi (etruscos: en griego, tirsenos; según Heródoto, de origen anatolio). Algún autor relaciona su nombre con el hebreo Tarshish y el hispánico Tartessos. Los shekelesh se han relacionado con Sicilia y los sículos. Llegarían a ella tras ser rechazados en Egipto. Los peleset son los filisteos. No aparecen en la documentación de Hatti. Para la Biblia, proceden de Kaftor (ÀCreta?). Su cultura tiene rasgos micénicos. Otros prefieren situarlos en Siria del N o en el Cáucaso. Es posible que, desde esas zonas, pasasen por Kaftor. Dieron nombre a Palestina. Los tjeker evocan el nombre de Teucro, fundador de Salamina (Chipre), epónimo de los teucros (en la Tróade). Similares a los peleset , acaso procedan de Anatolia. Son mencionados por los hititas. Parecen la rama marinera de un grupo en el que los peleset serían de tierra adentro. Los denyen podrían ser los anatolios danuna de los textos de El Amarna.
Quizá del SO de Anatolia o N del Orontes. Posible caudillo suyo sería Mukshush (en hitita; Mpsh, en fenicio; Mopsos, en griego). El parentesco aqueo deriva de la semejanza del nombre con el de los dánaos, otro nombre de los griegos homéricos. Pudieron establecerse en la costa, con los peleset y tjeker. Este grupo, fundido luego con los hebreos, sería la tribu de Dan, que vivía, insólitamente, del mar. Los weshesh, acaso vinculados a Wilusha (quizá el nombre hitita de Ilión-Troya).
J. ALVAR, Los Pueblos del Mar...,
Akal, Madrid, 1989, 38 y ss. Salvo para los peleset, estas
identificaciones son, todavía, hipotéticas, si bien parece segura la
vinculación de muchos de ellos con el ambiente micénico. Las causas de
esta convulsión, además de probables cambios climáticos (Carpenter)
podrían estar, entre otras, en el bloqueo comercial antiasirio
decretado por el hitita Tudhaliya IV (h. 1265-1235) y su deseo de
conquistar Chipre (= Alashiya) ayudado por la flota de Ugarit, planes
que interfirieron con numerosos intereses, acaso sin pretenderlo.
[Posible presencia de los Pueblos del Mar en la Península Ibérica, v.
A. Montenegro, Historia de España. I, ed. Gredos, Madrid, 1972].