Zerán, Faride


Desde Chile Entrevista con
Carlos Fuentes

 

Figura central y polémica en el ámbito de nuestra literatura, Carlos Fuentes se refiere aquí a su estancia juvenil en Chile, a su redescubriemiento de la lengua española en ese país y expresa su posición respecto a los problemas sociales y políticos que aquejan a latinoamérica.

Carlos Fuentes, sentado una mañana de mediados de diciembre en una esquina de su suite santiaguina, con el bullicio pre navideño a sus pies tiene más facha de Clark Gable volviendo de la guerra que de intelectual pensando el proóximo milenio. Pero, como siempre ocurre en la vida, las apariencias engañan.

Un preámbulo con visos feministas y chauvinistas. ¿ Es sólo casualidad que tanto Ofelia Salamanca y Gabriela Coo, los únicos personajes femeninos de su última novela, La campaña, sean chilenas?

No, no es ninguna casualidad. Mis primeros amoríos los tuve e Chile.

Entonces no tiene que ver con la historia sino con la suya y personal.

Empieza con mi historia personal. Con chicas de las que me enamoré siendo muy jóven aquí. ¡ Fui acusado de abusar de ellas ! Tenía sólo doce años. Además, viene de una vieja admiración por la mujer chilena. Creo que todas las mujeres del hemisferio, fueron las primeras en manifestarse de una manera personal, individul, independiente, como dueñas de sus propios cuerpos, dueñas de sus propias cabezas. Eso lo he sabido siempre, y entonces me pareció justo que en ese momento de la independencia, si yo quería tener dos heroínas a caballo, dos heroínas activas, decisivas, teníasn por fuerza que ser chilenas. Todo el munod está de acuerdo en que las chilenas son las mujeres más guapas.

¿ Si ?

¡ En serio ! todo eso contribuyó para que Ofelia y Gabriela fueran las protagonistas. Aunque debo decir que físicamente me inspiré más en mi mujer, que es mexicana, y a la que conozco mejor que a cualquier chilena.

Y en Chile descubrió también la lengua, así como en Argentina la liteartura hispanoamericana, y a Borges.

Borges, porque creo que inmediatamente resolvió una serie de disyuntivas y contradicciones que intuitivamente me parecían falsas, entre pertenencía a un país, a una comunidad, a una literatura local, y pertenecía al mundo internacional, universal de la cultura y de las letras. Siento que Borges resolvía todo eso, y lo resolvía de una manera que a mí me pareció especialmente atractiva, de tradiciones, que generalmente estaban fuera de la literatura latinoamericana. Me llamó mucho la atención la presencia del mundo árabe, en Borges. Del mundo judío, de todo un mundo mediterráneo. Una incorporación que nos fortalecía, en vez de debilitarnos. Esto para mí fue muy impresionante frente a la abundancia de literatura regionalista, naturalista, o de opciones políticas fáciles que había en esos momentos. Borges parecía superar esas contradicciones, y demostrar una cosa en la que creo profundamente. Que en la literatura uno puede apoyarse en la realidad, pero también crea una nueva realidad al escribir.

¿ Y con qué tuvo que ver el descubrimiento de la lengua, en Chile?

Tuvo que ver, primero, con que yo venía de Estados Unidos, estudiaba en escuelas norteamericanas...

¿Ya tenía sus sentimientos de culpa, calvinista?

Un poco. Pero eso me viene de mis abuelos alemanes. Y sentí que en Chile yo estaba inmerso en el universo de la lengua española, y no sólo como hecho estético, leyendo a los poetas chilenos sobre todo, sino como hechos políticos, oyendo discursos, siguiendo a determinadas personalidades políticas en su expresión verbal. Todo eso me constituye una reveleación de los poderes de la lengua española.

Sus armas, la imaginación y el lenguaje constituyen el sello de su segundo pasaporte. El primero, el de ciudadano de México. El es inicio de su discurso en la entrega del Premio Cervantes. Pero detrás está, por sobre todo, la lengua, y sus temas trascienden lo mexicano se va a la historia, a la recuperación histórica y a la crítica en este continente. ¿Cuáles son las claves de este proceso?

Todas ellas se dan simultáneamente. Mi pertenencia a México para mi siempre ha sido sumamente importante, como arraigo en una comunidad de espíritu, en un proyecto, en un programa nacional. Mi padre me hizo sentir mucho mi pertenencia a México, y los norteamericanos me hicieron sentir que yo era mexicano, que no era de ellos, que yo era otra cosa. Y esa otra cosa para mi siempre fue objeto, primero de imaginación. Yo tuve que imaginar a México antes de vivirlo realmente, por las andanzas diplomáticas de mi padre en Sudamérica y en los Estados Unidos. De manera que me aferré siempre a esta posibilidad de inventar un país, de imaginar un país, a fin de conocerlo mejor. Y haciendo lo que hace un novelista. Finalmente, el París de Balzac, o el Londres de Dickens, o las orillas de Borges, en Buenos Aires, son objeto de la imaginación. Son invenciones verbales de esos autores. De la misma manera que el México de La región más transparente tiene una base en la realidad, pero añade algo a la realidad, y es en gran medida imaginación mía. Así he seguido escribiendo a lo largo de todos estos años.

¿De dónde proviene, esa conceptualización totalizante que se recrea, por ejemplo, en Terra nostra? ¿Esa visión indo-afro iberoamericana que cruza su obra y su discurso?

Proviene de una convicción muy profunda que surge del hecho que desde muy niño viví en Brasil, en Ecuador, Estados Unidos, Chile y Argentina. De que no podemos comprendernos a nosotros mismos de una manera parcial o parcelada, sino que la virtud máxima que tenemos es la de ser una región de encuentros de cultura. Una región en la que confluyen muchísimas tradiciones culturales. Y con esas tradiciones podemos hacer muchas cosas. En política, no estamos condenados ni a los Chicago boys ni a los "Hermanos Marx" , porque tenemos una capacidad de crear instituciones, de crear proyectos viables, que es nuestra y que viene de una antiquísima tradición que parte del Mediterráneo, que parte de las culturas indígenas, que viene a través de España, el Renacimiento, y el mundo mestizo que se creó enseguida. Eso me parece mucho más rico que las opciones que en nuestra vida contemporánea nos ha dado el capitalismo y el marxismo, por ejemplo.

En sus obras, es el hombre enfrentando a su historia, y eso además de talento, lenguaje e imaginación requiere trabajo, estudio investigación. En La Campaña es Baltazar Bustos descubriendo América, y a él mismo, pero es el recorrido de la independencia.¿ No hay obsesiones más pequeñas, no hay fantasmas más subjetivos en el talento creador de Carlos Fuentes.

Creo que sí. Una novela como La campaña , que usted acaba de mencionar, está llena de detalles de la comida, de la sensualidad, del vestido, de los animales, de los ambientes, de la geografía, de los perros, de los cuchillos. Cada mundo va acompañado de su propia sensualidad.

Estoy pensando en algún "desliz literario" . Obras no tan globalizadoras, conceptuales

Son obras muy abiertas. Incompletas, imperfectas. Baltazar Bustos deja la apertura al decir "Ustedes creen que esta historia ha terminado, pero no ha terminado. Van a ver todas las cosas que van a pasar...."

"Nuestra imaginación política, moral, económica, tiene que estar a la altura de nuestra imaginación verbal " señaló hace cuatro años, para la entrega del Premio Cervantes. Hace uno, en su libro de ensayos Valiente mundo nuevo, expresa que "la continuidad de la cultura contrasta dramáticamente con la fragmentación política del continente" .¿Cómo cree posible que la cultura pueda darle sentido y posibilidad a la política?

La cultura latinoamericana no la hicieron los dioses, la hicimos nosotros, los hombres y las mujeres de la América Latina, la hicimos la sociedad civil. Y si nosotros hicimos la cultura, que es fuerte, que es continua, que nos da identidad, que es perfectamente representativa de lo que somos ¿por qué no la trasladamos a la economía y a la política, y no lo hacemos también nosotros? Esto quiere decir que la cultura la hemos hecho todos los ciudadanos, la sociedad, pero quizás la política no la hemos hecho los ciudadanos, la sociedad, y ya es tiempo de que la política y la economía la hagan los ciudadanos, la hagan las sociedades civiles, y coincidan con la cultura. Eso es lo que quiero decir.

¿Hay esperanzas, entonces?

Ya lo creo que sí

Muchos escritores en nuestras sociedades intentan obviar lo político centrándose sólo en lo literiario. Usted tiene un planteamiento político cultural con muchos ribetes y lo expresa abiertamente. ¿No le teme a lo político?

¡Cómo le voy a temer si soy un ciudadano, vivo en las ciudades, veo las calles y tengo opiniones y voto! Y pienso, opino, rechazo o respaldo. Es un derecho que tenemos todos los ciudadanos. No pretendo erigirme en redentor o profeta , y nada por el estilo. Soy un ciudadano más qu tiene sus opiniones y opciones políticas muy claras.

En relación a eso, Cuando todo se desmorona, ¿ a Carlos Fuentes no le ha caido ningun pedazo de muro en la cabeza ?

No sé, seguramente me han caido muchos pedazos de muros, y todos hemos cometido errores. Pero creo que en el momento actual las opciones son claras porque en el contexto latinoamericano se trata de tres opciones solidarias, inseparables. Son: desarrollo economico, pero on justicia social y con democracia política. Es tan sencillo como eso. Si lo logramos, vamos a ser sociedades viables. En cambio, si optamos por una solocion de libre mercado, sin más, como un capitalismo salvaje, no controlado por la intervención del estado, como sucedio en Europa o en Japón, entonces vamos a crear divisiones sociales tajantes, abandono de las politicas sociales, pauperización de nuestras sociedades, y eventuelmente, rupturas, regreso de los militares y otras cosas salvajes. Creo que hay que tener una politica sumamente equilibrada contra la funcion que le corresponde al Estado y la función que le corresponde al mercado. esa podria ser disyuntiva en este momento. hemos pasado de totalitarismo revolucionario marxista a una especie de totalitarismo capitalista de mercado. Los dos son extremos que nos pueden conducir a lo mismo. estallidos, desequilibrios y pobreza. Es tiempo de afinar esas tres metas solidarias.

Estoy ante un Carlos Fuentes claro, directo y comodo en el terreno político. ¿ No tiene inclinaciones de hombre publico como Vargas Llosa ?

No. Definitivamente no. En primer lugar, la Constitución mexicana me inpediria ser candidato a la presidencia, porque siendo hijo de diplomático, nací en panamá. No podria ser nunca Presidente de México. Luego, esa aventura me está vedada. Además, creo, y ojalá mario Vargas liosa lo crea también, que cualquiera puede ser Presidente del Perú, o Presidente de México, pero nada mas nosotros podemos escribir nuestras novelas despues de todo... ¿No?

Volvamos a lo literario. Usted a incursionado en la novela corta y le ha ido bastante bien. ¿ Cómo caracterizaría este género ?

Alguien definió un cuento como una catástrofe contada en un telegrama. La novela es más bien un océano que requiere de muchos dias de navegación, exploraciones en profundidad, sondas. Expuesto a borrascas y expuesto a crepusculos muy hermosos. Se va navegando mucho tiempo. Y la novela corta es una especie de cabotaje cerca de la costa, abrazado a ella, sin perder de vista la tierra, pero teniendo al mismo tiempo la vista del oceano. Es una forma ideal que ha dado grandes obras maestras de la literatura. Yo amo mucho esa forma.

¿ Y en relación a la literatura fantástica, que tmbién la ha hecho suya, como el barroco ?

En cuanto a la literatura fantástica, siempre me ha parecido que el gran correctivo del realismo es la fantasía, y el ejmplo que he tenido ante mis ojos, desde muy joven, es el de Balzac. Balzac es el autor de César Biroteau, la historia de una bancarrota, pero también es el autor de La piel de zapa, la historia de un destino ffantástico. El Balzac realista y el Balzac fantástico se convinan perfectamente y cren un mundo mucho más real, mucho más completo, que si simplemente hubiera hecho una descripción del Código Civil, como él pretendia hacer. Fue más allá de sus propias intenciones. Esa es una regla de oro para un novelista como yo, que está preocupado de los eventos pliticos y sociales, pero sabe que hay un mundo invisible. sabe que hay un mundo fantástico. Sabe que hay un mundo detras de las aperiencias y que el mundo real no es real si no le da cabida ese otro invisible.

A usted se le señala como a uno de los creadores del boom de la novela latinomericana. ¿ Cómo lo percibe hoy, qué rescata, años despues ?

Fue una experiencia extraordinariamente positiva, desisiva para la litertura latinoaamoericana. Primero, porque rompió géneros y ortodoxias del pasado. En seguida, porque internacionalizó la narrativa hispanoamericana. En tercer lugar porque fue la locomotora que permito conocer a grandes escritores del pasado, de una generacion anterior a la nuestra, tales como Asturias, Borges, Carpentier, onetti. Y en el ultimo lugar, porque abrió la puerta a una indiviluización a un enriquecimiento de la literatura hispanoamericana ue estamos viendo hoy en la diversidd misma de corrientes, de obras, de productos de la literatura actual desde México hasta Chile y Argentina. hay una enorme variedad que no habría existido sin las rupturas que provoco el boom.

¿ Por qué recupera más tarde a Rómulo Gallegos? ¿Tiene que ver con la recuperación de la tradición de la cultura de la América española " tan hambrienta de modernidad", como señala en alguno de sus textos?

Sí. Constantemente tenemos que estar haciendo una revisión crítica del pasado . Si el pasado se nos muere entre las manos no vamos a tener ni un presente ni un futuro vivos. Vamos a tener un presente y futuro muerteos. La revisión de la recreación del pasado me parecen fundamentales. En un momento, pude haber sentido que había que romper con Rómulo Gallegos, con sus mensajes, su didactismo. Más tarde, lo releí y lo comprendí mejor. Me di cuenta que había algo en Gallegos que no había percibido. No sólo en su importancia como novelista de la naturaleza latinoamericana. Yo era un novelista del tiempo, no quería tanto espacio, tanta naturaleza. Había una pugna ahí. Pero luego, en la relectura , sobre todo de Canaima, que me parece su mejor novela, siendo que la prueba de que Gallegos es un grran escritor es que se derrota sí mismo. Sus proías proposiciones las derrota a través de esa salida mítica del regreso de Marcos Vargas a la selva. Sí, hay una recuperación en esto, y que muy consciente y muy deliberada. Me enriquece finalmente a mi.

Usted ha dicho que las letras chilenas se ven, y bien, de lejos, y luego de nombrar a los grandes, habla de Slkarmeta, habla de Dorfman, y de otros escritores. ¿Qué le llama la atención de nuestra literatura actual?

Siento que es una literatura, primero, con mucho humor. Creo que no hay otra literatura del continente que tenga tanto sentido del humor como la literatura chilena. De relaboración del lenguaje, de ojos para el detalle, para situaciones chuscas, para ironía, propia, dirigida ante todo hacia uno mismo, hacia el que está escribiendo. Cosa que en Slkarmeta es muy notable. Pero al mismo tiempor, con una capacidad de tragedia, de gravedad, como lo demuestra La muerte y la doncella, de Dorfman, que tanto éxito está teniendo en el mundo. Londres hoy, y mañana en Nueva York, donde la estrena Mike Nicholson.

¿Qué está marcando, a su juicio, la literatura de las nuevas generaciones de este continente?

Es una literatura sumamente individualista. Ya casi no se puede hablar de géneros, de corrientes, sino de individuos. Yo hablaría de la literatura de José Emilio Pacheco, o de María Luisa Puga, o de Héctor Aguilar, en México. Hablaría de la literatura de Antonio Skármeta y Donoso, y Dofman, en este país. Hablaría de la literatura de César Aira o Háctor Libertella, o Elvira Orphé, o Luisa Valenzuela , en Argentina. Hablaría de la literatura de Bryce Echenique, en Perú. Es decir, hablaría de individuos. De escritores y escritoras, más que de tendencias y corrientes. Y eso me parece un hecho muy positivo. Quizás nuevamente se configuren corrientes, tendencias, membretes, en el futuro, pero por el momento hay mil ríos corriendo hacia una delta que desconocemós.

Los 500 años. Se lo han preguntado majaderamente, pero vamos al concepto. ¿Descubrimiento? ¿Encuentro? ¿Conquista? ¿Reencuentro? ¿Dónde está el énfasis?

Imaginación. Imaginación de América. Inacabada, inacabable.

Finalmente, ,se rompió en México "la dialéctica de la chingada"?

¡No, eso qué se va a romper! Es lo que nos distingue. Eso nunca. ¡Qué se cree usted! ¡No me salga con una chingadera!....