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Influencia
y participación continental en la fundación de Kyõto
Ramoneda, Ezequiel Rodrigo
“Kyoto
(…) es y siempre será un ciudad histórica viviente”.1
Kyõto tiene más de 1200 años de historia, historia que pervive
hasta la actualidad. En los primeros siglos de su existencia
fue la ciudad capital del archipiélago japonés, hasta que
la sede gubernamental se traslado a la ciudad de Kamakura;
luego volvió a hacerlo durante el período Muromachi, para
nuevamente ser desplazada por la ciudad de Edo, la actual
Tõkyõ hacia principios del siglo XVII d.C. No obstante esto,
siguió siendo referente fundamental de los principales acontecimientos
políticos del país. Además, fue y sigue siendo uno de los
principales centros culturales y religiosos, y gran nodo
comercial. Todo esto debido al hecho de que desde sus orígenes
hasta la reforma Meiji fue la residencia de la familia real,
de la aristocracia, y emplazamiento de importantes templos
budistas.
En la
historia milenaria de su desarrollo se focalizará especialmente
en sus primeros momentos, y en este período a un rasgo en
particular, dentro de los elementos que se consideraron
para su planificación y su construcción, a la ingerencia
que tuvieron los que provinieron del continente. En esto
no sólo participaron y se consideraron elementos indígenas
sino que también fueron considerados para el diseño e integrados
en la fundación elementos foráneos, sean personas, sean
ideas, provenientes específicamente de China y Corea. Se
aproximará a dicho estudio a partir de la evidencia urbana-arquitectónica
en los primeros momentos de la actual ciudad de Kyõto, por
ese entonces, conocida como Heian-kyõ.
Para comenzar,
antes de abordar propiamente la cuestión propuesta, es necesario
realizar una contextualización de la realidad japonesa de
ese entonces, para lograr de esta manera un entendimiento
más profundo.
Internamente,
durante los siglos VII y VIII d.C. en la historia japonesa
tuvo lugar un proceso de reestructuración del régimen político,
que, aunque iniciado con anterioridad, fue para este momento
que quedo definido. Esto produjo una modificación de la
concepción que se tenía de la política y del Estado. Este
proceso se baso en la concentración y centralización del
poder. Se pasó de una situación en la que primaban varios
centros políticos semi-autónomos dentro de los cuales tenia
preeminencia uno, Yamato, a otra donde este se erigió como
poder central imponiendo su autoridad a los restantes centros.
Para esto llevo a cabo una serie de medidas no sólo coercitivas
como la realización de expediciones armadas para pacificar
aquellos lideres locales rebeldes y tomar control de sus
terrenos, sino también ideológicas como la jerarquización
de los kamis del reino, desvalorizando relativamente a los
kamis protectores de los líderes locales en función de los
1. “Historical
Kyoto”, Kyoto
as Historical City, Kyoto
City
Web.
de la familia real gobernante,
socavando la legitimación de la autoridad de los primeros
interponiendo una mejor. Además se adoptaron elementos continentales,
considerados superiores, por el gobierno, entiéndase la
reglamentación del funcionamiento del Estado por medio de
códigos legales consistentes de normas administrativas y
leyes penales, la especialización y burocratización de la
organización administrativa, y la militarización de las
fuerzas armadas. Estos elementos implicaban relaciones con
otras entidades políticas tenidas por poderosas y prestigiosas,
relaciones que tenían el carácter de reconocimiento y por
lo tanto de fortalecimiento de la legitimación de la autoridad
indígena. En este proceso mientras que el nuevo poder central
intervenía entre los antiguos líderes locales y sus bases
de poder, acaparando para si las fuentes de su poder y riqueza
y anulando sus antiguos privilegios, se trato de reciclar
a estos jefes integrándolos en el nuevo proyecto, ofreciéndoles
ocupar puestos dentro de la nueva estructura de la administración
y milicia, con su correspondiente autoridad, derechos y
privilegios, adquiriendo legitimación y prestigio social.
De esta manera se rearticularon las relaciones de poder
previas, que no obstante dificultades y hostilidades puntales,
fortaleció la situación general de los ostentadores de poder,
consolidándose en una aristocracia, a la vez que la nueva
autoridad centralizada se hacia más eficiente y poderoso.
Históricamente
se puede ubicar el inicio de este proceso en la segunda
mitad del siglo VII con el golpe de Estado Taika (el Gran
Cambio) en 645 D.C., y la implementación del código Taiho
en 701 D.C., que determinaría el sistema de gobierno Ritsuryõ.
Y esto en un momento cuando el contexto internacional se
planteaba potencialmente adverso para el nuevo Estado en
desarrollo.
Externamente,
desde el período Yayoi especialmente, aunque datan de mucho
antes, se pueden constatar la existencia de contactos entre
el archipiélago japonés y el continente asiático. Los mismos
se pueden testimoniar a partir de la gran cantidad de evidencias
arqueológicas surgidas de los intercambios comerciales entre
distintos centros poblacionales en ambas zonas, como también
por las migraciones. Por lo menos desde el período Yamato,
se pueden encontrar referencias textuales japonesas (las
chinas son anteriores) de dichas vinculaciones entre los
gobernantes del reino de Yamato en el archipiélago japonés
con los de los reinos extranjeros en el continente chino
y la península coreana. La naturaleza de estas vinculaciones
fue diversa, siendo intercambios comerciales, viaje de religiosos,
y misiones diplomáticas, lo mismo que su carácter, siendo
a veces amistoso y pacífico, otras veces agresivo y belicoso.
Incluso había una colonia japonesa en la península coreana.
Estas relaciones con las civilizaciones continentales influenciaron
al pueblo japonés, su “contribución en el desarrollo de
su vida [social y] cultural civilizada fue indispensable”.2
La civilización china fue la generadora de conocimientos
y concepciones, pero que cuando se transmitieron hacia el
archipiélago japonés, necesariamente tuvieron que pasar
antes por la península coreana, donde también influenciaron
su desarrollo pero donde además se los influen-
2. Sansom, en Hong, W.; “Paekche of Korea
and the Origin of Yamato Japan”,
pág. 144.
cio, aporte que se permeó
en la transmisión hacia el archipiélago. Dentro de estos
aportes se tiene que mencionar al Budismo, que tendría un
extenso y profundo impacto en sociedad, la cultura, la religión,
el gobierno del Japón. Pero también, se transmitieron elementos
culturales más desarrollados e introdujeron técnicas más
avanzadas. Dentro de estos se pueden apreciar a los conocimientos
y pericias agrícolas concernientes al acondicionamiento
del terreno, el control de los recursos hídricos por medio
de la construcción de diques y canales para regular las
variaciones en el caudal del agua por inundaciones y su
distribución mediante irrigación, y las nuevas técnicas
en el cultivo del arroz. Y también los conocimientos y pericias
metalúrgicos, debido a que la introducción del hierro y
su trabajo tuvo un impacto tanto en las actividades, y por
lo tanto en la producción, agrícola, al facilitar y hacer
más eficiente su realización por medio de herramientas más
duraderas, como también en las actividades políticas, particularmente
en las bélicas, fabricándose armas mucho más fuertes.
Durante
el período en cuestión tratado estas vinculaciones se vieron
amenazadas. Para mediados del siglo VII el reino de Paekche
en la península coreana con el cual Yamato mantenía relaciones
y al cual estaba apoyando en su conflicto con los otros
reinos, Koguryo y Silla, fue finalmente derrotado por Silla
en alianza con la dinastía Tang de China, reino que unificaría
toda la península hacia 668 D.C. Esta potencial amenaza
vendría a potenciar el proceso interno que se estaba realizando
en el archipiélago.
Ahora
bien, dentro de este proceso de concentración y centralización
del poder, cobra especial importancia la cuestión de la
ciudad capital. Desde la concepción de la teoría política,
esta, como sede física del gobierno central, es interpretada
y considerada como la manifestación material y visible,
por medio de su monumentalidad, majestuosidad y magnificencia
arquitectónica, de la autoridad y la riqueza del gobernante
y el Estado. Es desde esta donde surgen las directrices
que determinarán la vida social del territorio; es en ella
donde se encuentra la residencia palaciega de la familia
gobernante, se concentran las residencias de los miembros
de la corte y la aristocracia, las oficinas gubernamentales
más importantes, los principales templos religiosos. Su
construcción implica la movilización de miles de personas,
destinadas a diversas y distintas actividades, tanto para
la obtención de los materiales de construcción y su transporte,
por transportistas y comerciantes, como para su posterior
trabajo y ensamblaje, por artesanos especialistas y sus
respectivos ayudantes. También el trabajo de los involucrados
se tiene que mantener y solventar, hecho esto por los ingresos
provenientes en última instancia de la población agrícola.
Además se tiene que contar con la aceptación general de
la sociedad para realizar semejante emprendimiento, necesitando
para esto el apoyo y participación de los sectores religiosos.
Lograr coincidir tantos diferentes actores y tan diversos
intereses en un mismo objetivo implica no solo una administración
eficiente, base de un Estado fuerte, sino también de una
autoridad incuestionable.
Fue en
los siglos VII y VIII d.C. que se termino de fijar en una
determinada ubicación la sede del poder central, dejando
de lado la costumbre previa de relocalizar la misma. Esta
última se basada en determinadas causas, interrelacionadas
entre si, aunque no siempre en armonía. Algunas podían obedecer
a aspectos seculares, entre otros la demostración política
del nuevo gobernante para diferenciarse y distanciarse del
gobernante anterior, especialmente cuando esté último haya
tenido un mal gobierno, ofreciendo una mejoría, la amenaza
o el peligro frente el acecho de una fuerza enemiga u hostil
en pos de un ubicación más segura, el control de los recursos
económicos del territorio, y/o ubicándose en las cercanías
de centros de producción o nodos de transporte y comunicación
importantes. Y también podían obedecer a aspectos espirituales,
entre otros la muerte del último gobernante residente en
esta debido a que se consideraba que el lugar donde este
había vivido se encontraba corrompido e impuro por el hecho
mismo de la muerte, a lo que se podía agregar la creencia
de que si tuvo una muerte violenta o injusta el fallecido
su espíritu vengativo moraría en el lugar perjudicando a
sus habitantes, por lo que era necesario distanciarse del
lugar a un nuevo, puro y virtuoso para que el nuevo gobierno
no estuviese afectado por mala fortuna. Sin embargo la relocalización
era cada vez más difícil de realizarse a medida que el Estado
se desarrollaba a la vez que gobernaba sobre una sociedad
dinámica y más compleja. De esta manera crecía el tamaño
de la capital concentrando más edificaciones y atrayendo
más personas, y empezó a resultar poco práctica su relocalización
por sus grandes costos en hombres y materiales. Esta además
provocaba inconvenientes, ya que implicaba un impacto considerable
en el ambiente. La explotación descontrolada de varias fuentes
de materiales además de la contaminación descuidada que
producía, generaba una presión sobre el ambiente que superaba
generalmente sus capacidades de regeneración, resintiéndose
de esta manera, manifestándose en la desaparición de recursos.
Y esto a pesar de que existía la práctica de ahorro de recursos
por medio del reciclar de elementos de edificaciones en
la antigua sede, y su reutilización en la nueva.
En una
breve reseña histórica de las ciudades capitales en el archipiélago
japonés en el período que va de mediados del siglo VII d.C.
hasta fines del siglo VIII d.C., se puede apreciar que todas
estuvieron ubicadas en la actual región de Kinki en la parte
centro-oeste de la isla de Honshu. Sobre la capital del
reino de Yamato se da por sentado que tuvo una sede de poder
aunque se desconoce su ubicación exacta. La primera sede
de autoridad que se puede identificar fue Asuka-kyõ, desde
aproximadamente la década de 540 d.C. hasta 684 D.C., luego
trasladada a Fujiwara-kyõ que permaneció como tal hasta
710 D.C. En ese año Heijõ-kyõ (Capital del Castillo de
la Paz, la actual Nara) se convirtió en la capital hasta
el año de 784 D.C. Se podría considerar a esta como el primer
intento de establecer una ciudad capital fija como sede
de gobierno del reino. Sin embargo, no lograría mantener
esa condición por mucho tiempo, sólo por casi 75 años, hasta
784 D.C. En ese año el Tenno Kammu decide la relocalización
de la capital. La razón que justifico dicho cambio de ubicación,
a parte de las mencionadas previamente, entiéndase, diferenciarse
políticamente del anterior Tenno, y distanciarse de la impureza
que había contraído el lugar por la muerte de este último,
fue la intención de alejarse del poder creciente y la consecuente
ingerencia e interferencia política que estaban teniendo
los templos budistas. Se la traslado a Nagaoka-kyõ que permanecería
tal sólo por diez años como capital del reino. Fue en el
año de 794 D.C. cuando nuevamente se decidió trasladarla.
En este caso, la razón que justifico el mismo fue para distanciarse
de los malos presagios que había contraído el emplazamiento
tiempo después. Esto surgieron a partir de un incidente
en 785 D.C., el asesinato de Fujiwara no Tanetsugu, intimo
confidente del Tenno Kammu que a su vez era el supervisor
del proyecto de reubicación de la capital desde Heijõ-kyõ
hasta Nagaoka-kyõ, en el cual el príncipe heredero Sawara
aparecía como uno de los sospechosos. Mientras que los responsable
fueron ajusticiados, el príncipe Sawara murió poco tiempo
después de hambre tras negarse a ingerir alimentos.3
De aquí que se creyera que el espíritu vengativo del príncipe
moraba en el lugar, evidenciado esto a partir de una serie
de problemas y desgracias que acontecieron hacia principios
de la década de 790 d.C., como la muerte de dos consortes
del Tenno, la enfermedad del príncipe heredero Ate, y la
ocurrencia de inundaciones, hambruna y epidemias.4
Esta fue el desarrollo histórico para llegar a la fundación
de la ciudad capital de Heian-kyõ (Capital
de la Paz
y la Tranquilidad, la actual Kyõto).
Para la
selección de la ubicación de Heian-kyõ no sólo se consideraron
las concepciones y conocimientos provenientes del continente
sino que también en su construcción participaron personas
que provenían del mismo. Se supone que para que estas ideas
y pericias fueran transmitidas, entendidas, adaptadas y
materializadas fueron necesarios especialistas tanto japoneses
como chinos y coreanos. En principio, se atenderá a la cuestión
de las concepciones, aportadas principalmente por la civilización
china, para luego adentrarse en la participación coreana.
Con respecto
a la civilización china, esta aportó concepciones y conocimientos
relacionados con la planificación urbana de la ciudad capital
y el complejo de estructuras palaciegas en ellas. Por un
lado, se transmitieron aquellas concepciones basadas en
el tratamiento de la relación entre la Naturaleza y el Hombre,
que pueden ser englobadas bajo la denominación de Feng Shui
(Aire y Agua), en japonés Zõfu Tokushi. Estas consisten
en un conjunto de creencias y practicas tradicionales, basadas
entre otros en la geografía, la matemática, la geometría,
la astronomía, la astrología, la filosofía, y la antropología,
para lograr armonizar lo terrenal-humano con lo natural-celestial.
Se fundamenta el funcionar de la
Naturaleza a partir del Chi, en japonés Ki,
3.
Farris, W. W.; “Sacred Texts and Buried Treasures:
Issues in the Historical Archaeology of Ancient Japan”,
pág. 179.
4.
Kimitch, M.; “History”, Kyõto, 2004. / op. cit.
la fuerza o energía vital
del Cosmos, que es acarreada por el viento, que representa
el principio de cambio, y retenida dentro del agua, que
representa el principio de estabilidad en la Naturaleza;
de ahí que se piense que la Vida existe dentro del aire
y el agua. Por debajo de este funcionamiento están los principios
esenciales y reguladores del Yin y Yang. Estas son fuerzas
opuestas pero necesariamente complementarias que interactúan
dinámicamente una con la otra; el Yin se relaciona con lo
pasivo, lo receptivo, lo negativo, lo femenino, lo húmedo,
lo frío, lo bajo, lo blando, lo débil, la oscuridad, la
noche, el invierno, la Luna, la dirección cardinal Norte,
la Tierra, la Materia, entre otras expresiones, mientras
que el Yang se relaciona con lo activo, lo creativo, lo
positivo, lo masculino, lo claro, lo seco, lo caluroso,
lo alto, lo duro, lo poderoso, la luz, el día, el verano,
el Sol, la dirección cardinal Sur, el Cielo, el Espíritu,
entre otras expresiones. Ahora bien, esto no solo se relaciona
con la Naturaleza, sino también con los habitantes de la
misma, todos los seres, en especial el Hombre, ya que están
interrelacionados. El Hombre esta situado en la Naturaleza, por lo que
este esta influenciado por la situación del Chi del ambiente
donde se encuentra; el viento afecta a la fuerza exterior,
las cualidades impulsivas, y la actividad del hombre, mientras
que el agua afecta a su fuerza interior, sus cualidades
introspectivas, y su pasividad. No obstante, el Hombre puede
influenciar y regular la situación de Chi donde esta al
alterar la disposición de los elementos del ambiente y reconfigurar
sus rasgos, por las cualidades de dispersión y retención
respectivas del viento y el agua. Lo que se busca con esto
es armonizar la situación del Chi del ambiente con la actividad
de la población humana, para obtener prosperidad y bienestar.
De esta manera, al momento de seleccionar donde asentarse,
se consideran estos lineamientos para descartar aquellos
lugares adversos en donde la energía estaba desequilibrada
y seleccionar aquellos beneficiosos en donde estaba equilibrada.
Y más aún al establecer una ciudad capital. En esto la locación
era considerada de mayor importancia que la orientación.
Se consideraba El emplazamiento tenia que estar alineado
astronómicamente con las direcciones cardinales. Se consideraba
que a cada dirección cardinal le correspondía simbólicamente
un espíritu guardián, en la figura de un animal o criatura
mítica, asociado con un elemento, un color, y una estación
climática. Es así que estaba el Pájaro Bermellón del Sur,
cuyo elemento era el Fuego y representaba al verano, el
Dragón Azulverdoso del Este, cuyo elemento era la Madera
y representaba a la primavera, la Tortuga-Serpiente Negra
del Norte, cuyo elemento era el Agua y representaba al invierno,
y el Tigre Blanco del Oeste, cuyo elemento era el Metal
y representaba al otoño. En el Centro, que era el quinto
punto cardinal, se encontraba la Tierra.5
Por otro
lado, también se consideraron aquellas concepciones relacionadas
con las nociones elaboradas sobre la cuestión del poder
y la significación política de la arquitectura de la ciudad
capital. Para el momento de la consolidación del proceso
de centralización estatal en el archipiélago
5.
“Feng Shui in Chinese Architecture”, Chinese Architecture,
Chinese History Forum, 28-Abril-2007. / Zeballos, C.; “El
Feng Shui en el Urbanismo Asiático I”, Mi Moleskine Arquitectónico,
21-Marzo-2007.
japonés, alrededor del siglo
VII d.C., el pueblo chino ya contaba con siglos de desarrollo
de experiencia y pensamiento en cuestiones políticas. Desde
fines del segundo milenio a.C., el territorio chino estaba
bajo la dinastía Zhou, que se mantendría en una situación
de preeminencia política hasta el siglo VIII a.C. cuando
la unidad política se fragmentaría entrándose en un periodo
de rivalidad y conflicto entre las diversas entidades políticas
surgientes. A fines del siglo III a.C. el territorio chino
sería unificado por Chih Shih Huang Ti, fundando el Imperio
Chino. Este no duraría mucho en el poder, pero le seguiría
inmediatamente la Dinastía Han, una de grandes dinastía
de la historia china, que se mantendría como gobernante
de todo el territorio hasta principios del siglo III d.C.
Para este momento el imperio se fragmentó en unidades políticas
menores entrando de nuevo en una era de rivalidad política
y conflicto. No obstante para fines del siglo VI d.C. el
territorio sería unificado nuevamente por la Dinastía Sui.
Esta no duraría mucho, siendo reemplaza por la Dinastía
Tang que se mantendría en el poder hasta principios del
siglo X d.C. Fue bajo esta dinastía que se alcanzó el apogeo
del poder y de la civilización china.
En esta
la larga historia surgieron y se desarrollaron sistemas
pensamiento, especialmente en el período de fragmentación
de los reinos combatientes, para madurar en los períodos
de estabilidad de la unidad imperial. Sobre el tratamiento
de la cuestión de la planificación urbana y su relación
con autoridad se podría ubicar los inicios de este en la
dinastía Zhou, a fines del segundo milenio a.C., cuando
aparecen sus primeros esbozos claros y coherentes; aunque
se puede remitir la presencia ensombrecida y poco sistematizada
del mismo a una mayor antigüedad. Durante esta fue que se
aplicaron en el diseño urbano los principios de la organización
espacial sistemática y jerárquica plasmados en el Jingtianzhi.
Este consistía en ser un cuadrado dividido mediante dos
líneas verticales y dos líneas horizontales en nueve secciones
iguales, de las cuales destacaba la central, considerada
sagrada. Esta noción se cree fue elaborada por Yu, el fundador
legendario de la dinastía Xia, pero fue el Duque de Zhou
quien la aplicó en el diseño de la ciudad capital de la
dinastía Zhou, Chengzhou. De esta manera el Duque de Zhou,
por medio de Chengzhou, proveería el modelo ideal y teórico
para el diseño de las sedes urbanas capitales de los varios
príncipes y duques que le seguirían. Estos conocimientos
quedarían posterizados no sólo en la ciudad de Chengzhou,
sino también en el Zhouji, el libro que contenía las ordenanzas
y los rituales de los Zhou. “Los artesanos están planificando
el diseño de la capital real. Ellos formaron un cuadrado
(…) que en cada lado tenía tres entradas. Dentro de la capital
había nueve calles horizontales y nueve avenidas verticales.
(…) En el lado izquierdo, que es al este de la avenida central,
esta el Templo a los Ancestros y en el lado derecho, visto desde
el norte, donde el rey mira hacia el sur, esta el Templo
del Espíritu de la Tierra”.6 El Jingtianzhi
aplicado al diseño urbano estaba sustentado en una serie
de ideas. Se consideraba que la
Tierra estaba dividida en cuatro secciones
en función de
6.
Schinz, A.; “The Magic Square: Cities
in Ancient China”, pág. 69B.
las cuatro direcciones cardinales,
siendo el centro el punto de intersección de estas. De aquí
se entendería al cuadrado, figura geométrica de cuatro lados
iguales, como expresión del plano terrestre. Entonces sobre
este plano se volcaba entonces un orden basado en la división
en nueve del cuadrado, siendo esta expresión del plano celestial.
Se puede apreciar entonces una interacción entre la geografía,
la geometría, la numerología, y la cosmología, entendiéndose
la geografía concreta a partir de la concepción cosmológica
del plano terrestre identificado con el Yin y expresado
en el número par cuatro, y su combinación la concepción
cosmológica del plano celestial identificado con el Yang
y expresado en el número impar nueve y relacionada con el
Yang, expresado esto en la forma geométrica del cuadrado
dividido en nueve partes iguales, con la parte central como
la principal. Es esto la significación que encerraba el
Jingtianzhi, la búsqueda de la combinación armoniosa del
Yin y el plano terrenal con el Yang y el plano celestial
por medio de este patrón para la prosperidad y el bienestar
de la comunidad que allí se asentase. Esto logrado por aquel
que ocupase el centro, expresado por el número impar cinco,
punto de encuentro de ambos planos. Es de esta manera que
la ciudad capital evidencia el ideal del orden del Mundo,
y la relación con la Naturaleza. La sede de la autoridad central tenía
que estar en el centro, de mayor importancia, de este todo
orgánico simétrico que era la ciudad capital, y esta última
a su vez se ubicaba centralmente dentro del todo orgánico
que era el Cosmos. De aquí surgieron los principios de centralidad,
jerarquía, simetría, y organicidad aplicados en la planificación
urbana. El complejo edilicio urbano debía reflejar físicamente
la aplicación de estos principios en su diseño. La residencia
palaciega de la autoridad central debía de estar ubicada
en el centro de la ciudad capital, destacándose por sobre
el resto de las construcciones. Las residencias privadas
de la aristocracia y las principales edificaciones gubernamentales
deberían estar por jerarquía ubicadas en la siguiente ubicación
de importancia, o sea cerca del centro. Finalmente luego
vendrían las moradas de los habitantes comunes, más sencillas,
austeras y de menor tamaño. De esta manera el orden urbano-edilicio
fundamentado en principio de centralidad, jerarquía y simetría
manifestaría físicamente los parámetros según los cuales
ordena la sociedad, en pos de la armonía para obtener prosperidad
y bienestar. Resalta, no obstante que las edificaciones
de importancia religiosa estuvieran no en el centro sino
en el perímetro de la ciudad.
Luego,
también en los grandes clásicos literarios chinos de mediados
del primer milenio a.C. aparecen menciones, referencias
y explicaciones sobre el diseño urbano. Por ejemplo en el
Shujing o Libro de la Historia se cuenta la historia de
Chengzhou, mientras que en el Yijing o Libro de los Cambios
se analiza el proceso de cambio de una ciudad como elemento
dinamizador para contrarrestar el estancamiento. No obstante,
a finales de la dinastía Zhou Oriental y el surgimiento
del reino de Qin, la aplicación del Jingtianzhi al diseño
urbano quedo relegada debido a la inestable situación política,
al dinamismo artesanal y comercial, y al mayor desarrollo
social, estando el diseño y el desarrollo urbano en función
de intereses más seculares. Fue durante este período en
que se percata de la importancia de significación política
de la arquitectura, evidenciada en la monumentalidad y majestuosidad
arquitectónica de la residencia palaciega de los diversos
reyes, y luego del emperador, como manifestación física
y visible del poder secular del gobernante. de acuerdo con
Xiao He, Primer Ministro del Emperador Liu Bang de la Dinastía
Han “(…) El palacio debería ser edificado más magnificente.
Si este no fuese edificado de esta manera, como podría demostrar
su gran poder”.7 Esta idea basada en el palacio
se puede extender a la totalidad de la ciudad capital. No
obstante el Jingtianzhi permanecería como el concepto de
fondo.8 “Las cualidades de la forma geométrica
y de los números impares y pares, como aplicados en el diseño
de los asentamientos urbanos, se convirtió en una parte
esencial del desarrollo urbano, no sólo en la dinastía Zhou,
donde este método fue inventado, pero durante la historia
entera de la urbanización en la Chian imperial hasta el
fin de la dinastía Qing a comienzos del siglo XX d.C.”.9
En esta milenaria historia de la tradición de planificación
urbana china de las ciudades capitales, “a pesar de la evolución
del plan urbano y las variaciones en el diseño (…), todas
la ciudades reales (…) comparten ciertos rasgos arquitectónicos
sin importar cuando fueron construidas, sus localizaciones,
o las nacionalidades de sus patronos”.10
En la
dinastía Sui-Tang, los lineamientos y principios mencionados
fueron aplicados en el diseño y construcción de la ciudad
capital de Chang’an.11 Se piensa que fue Yuwen
Kai el encargado de su planificación.12 El área
palaciega se ubicaba en el centro de la parte norte de la
ciudad, dentro del cual estaba la residencia palaciega imperial,
mirando hacia el sur. A sus alrededores se encontraban las
majestuosas y espaciosas residencias de los miembros de
la corte y la aristocracia y las principales edificaciones
gubernamentales, también mirando hacia el sur, más allá
en la parte sur se encontraba las áreas residenciales de
los habitantes comunes de edificaciones sencillas, austeras,
y cerradas. Se trataba que los edificios estuviesen orientados
en dirección sur ya que esto se consideraba auspicioso para
el edificio en cuestión y sus moradores. Desde la entrada
del área palaciega nacía la avenida central, cuyo nombre
era el del Pájaro Bermellón, espíritu guardián del Sur.
Esta recorría toda la extensión de la ciudad hasta su entrada
sur, dividendo en dos áreas a la ciudad, Wannian y Chang’an.13
Actuaba como un eje simétrico en función del cual se diagramaba
el resto de las zonas urbanas. Las calles estaban establecidas
a partir de una grilla cuadriculada. Cerca de las esquinas
sureste y suroeste de la entrada sur se encontraban el Taimiao,
y el Sheji, respectivamente los templos para adorar a los
ancestros y al espíritu de la tierra.14
7. “Preface”, Capital
City and Palace, China
Culture Information Net.
8. Op. cit., pág. 71A-73B, 106C-108C.
9. Ídem, pag 108B.
10. Steinhardt,
N. S.; “Chinese Imperial City Planning”, pág. 2.
11. Op. cit., pág. 9B.
12. “City Planning of Chang’an, Tang Capital”,
Sui and Tang, Chinese History Forum, 08-Marzo-2006.
13. Op. cit.,
pág. 111.
14. Op. cit., “The Features of the Prosperous
Age (Sui and Tang Dynasties)”.
Para el
momento de la fundación de Heian-kyõ, estas concepciones
y conocimientos de la civilización china ya estaban integrados
dentro de la mentalidad japonesa.15 “En tiempos
antiguos, los reyes de la Dinastía Shang restauraron su país después de transferir
la capital cinco veces. Los gobernantes de la Dinastía Zhou
aseguraron la paz en su país después de establecer la capital
tres veces. Ellos razonablemente movieron sus residencias.
Hoy en día, para el sitio de Nara, la ubicación de los cuatro
animales esta de acuerdo con el modelo, las montañas guardan
el sitio en tres direcciones, y las divinizaciones sugieren
buena fortuna. Nosotros deberíamos edificar una nueva capital
en este sitio. (…) Los planes deberían ser trabajados cuidadosamente
para que ellos no sean cambiados subsecuentemente. Día quince
del segundo mes del primer año de la era Wado (Marzo 11,
708 D.C.)”. Este texto, parte del edicto emitido por el
Tenno Shomu para la transferencia de la capital, expresa
claramente la ingerencia de Feng Shui en la selección del
lugar para la construcción de Heijõ-kyõ.16 Fueron
estos aportes foráneos, junto con varios otros elementos
nativos, los que incidieron sobre el Tenno Kammu al momento
de decidir sobre el traslado de la ciudad capital, la determinación
de una región propicia, y la configuración y construcción
de la misma. Se aplicaron los lineamientos del Feng Shui
para determinar la región propicia para su emplazamiento
posterior. Cuando el Tenno Kammu ordenó la búsqueda de una
nueva región para trasladar la capital de Nagaoka-kyõ, un
grupo de geomantes y planificadores fueron enviados a inspeccionar
posibles lugares de relocalización. Fue el grupo enviado
a inspeccionar el área de Yamashiro que descubrió que los
rasgos naturales de aquella cumplían con los requerimientos
geománticos.17 Esta se encontraba rodeada por
montañas boscosas, siendo una barrena natural que la protegería
por el este, norte, y oeste, como también una buena fuente
de madera.18 Además habian corrientes de agua
que surgiendo de las montañas, discurrían por el valle de
norte a sur, para fusionarse más adelante. Estas servirían
como medio de transporte y fuente de agua fresca para el
lugar, pero también serían las que acarrarían el Chi retenido
en las montañas hacia el emplazamiento. Por otro lado se
encontraban determinados elementos de la geografía del lugar,
que vendrían a simbolizar respectivamente a los espíritus
guardianes correspondientes, pudiéndoselo también alinear
astronómicamente. Hacia el Sur estaba el estanque Ogura,
que simbolizaba a Suzaku, el Pájaro Bermellón, hacia el
Este estaba el río Kamo, que simbolizaba a Seiryuu, el Dragón
Azulverdoso, hacia el Norte el monte Funaoka, que simbolizaba
a Genbu, la Tortuga-Serpiente Negra,
hacia el oeste la ruta Sanin, que simbolizaba a Byakko,
el Tigre Blanco, ocupando el centro se encontraba la ciudad.19
“Muchos,
si no la mayoría, de los elementos de la planificación de
las capitales japonesas
15. Renshaw, S. L.; “Takamatsu
Zuka Kofun – Supplement”, Astronomy in Japan. Science, History, Culture.
16.
Nihongi, en Ogata, N.; “Nara
(Heijõ-kyõ) – The Capital of Japan in the 8th Century”,
en Soramitsu: Historical-Geographical Tour of Nara From
the Air, 05-Febrero-2008.
17. Zeballos, C.; “El Feng Shui en
el Urbanismo Asiático II”, Mi Moleskine Arquitectónico,
25-Marzo-2007.
18. Op. cit.
19.
Makoto, M.; “Ancient Capital’s Legacy”, Daily Yomiuri
Online, 24- Noviembre-2005. / op. cit.
vinieron del Reino Medio:
la forma rectangular diseñada de acuerdo a los puntos del
compás; la localización del palacio del monarca en el norte
y la adopción de un hall de audiencia; la grilla simétrica
de avenidas y secciones particionadas disponiendo los hogares
de la población de acuerdo con el estatus social; y el emplazamiento
de mercados en las mitades oriental y occidental de la metrópolis.
Dado la semejanza general entre los centros políticos chinos
y japoneses, no puede haber duda de que la inspiración para
las capitales japonesas vino de China”.20 No
obstante, en el proceso de aplicación de estas concepciones
foráneas en las ciudades capitales japonesa, algunos elementos
se omitieron como los templos para adorar a los ancestros
y al espíritu de la tierra, como también la cuestión de
los muros, ya que hubo emplazamiento urbanos que no fueron
amurallados internamente. En lo que respecta a Heian-kyõ,
son pocos los rasgos y restos urbanísticos originales que
sobreviven en la actual Kyõto (similar a lo que acontece
con los de Heijõ-kyõ en la actual Nara). No obstante se
conoce que Chang’an (Paz Duradera), la ciudad capital del
Imperio chino bajo la Dinastía Tang,
influyo, directa o indirectamente, sobre Heian-kyõ como
lo hizo también sobre las otras capitales japonesas, como
Fujiwara-kyõ y Heijõ-kyõ. Para el diseño de Heian-kyõ se
tomo como modelo a Chang’an, aunque también no fue menor
la influencia de la tradición urbana capitalina japonesa.
Por eso mismo, se tiene que considerar esta para entender
el diseño de Heian-kyõ. El plan del emplazamiento consistía
en una grilla simétrica de forma rectangular El centro simbólico
era el área palaciega que se ubicaría en el centro de la
parte norte de la ciudad, delante del monte Funaoka, en
cuyo interior se encontraba el palacio del Tenno, denominado
Dai-dairi, y las residencias de sus familiares más cercanos.
En las cercanías del área palaciega se disponian las residencias
de miembros de la alta nobleza y los principales edificios
gubernamentales. Todas estas edificaciones se encontrarían
mirando hacia el sur. En la parte sur de la ciudad se encontraban
las moradas de los habitantes comunes.21 A partir
de la avenida central, nombrada Suzaku por el espíritu guardían
del Sur, que nacía en el Otemon, la entrada del área palaciega,
y terminaba en el Rashomon, la entrada del sur de la ciudad,
se dividía esta en dos área Sakyõ, la ciudad de la
Izquierda (o del Este), y Ukyõ, la ciudad
de la Derecha (o del Oeste) (esto en perspectiva inversa
en función de la orientación sur del palacio).22
Aparte había una serie de calles de dirección este-oeste,
nueve en total, denominadas Jõ (fila), que eran cortadas
por avenidas principales de dirección norte-sur, cuatro
en total, denominadas Bõ (columas). De aquí que se denominase
a esta cuadricula JõBõ Sei, sin amurallar.23
Más allá de la ingerencia del área céntrica, los lugares
donde se desenvolvía la vida urbana cotidiana eran los mercados,
habiendo uno en cada área. Se restringió la edificación
de templos dentro de la ciudad, permitiéndose solamente
dos, uno en el lado oeste, Sai-ji, y otro en el
20. Hall, J.; "Kyoto as Historical Background",
en Hall, J. y Mass, J.; “Medieval Japan: Essays in Institutional History”,
Stanford University Press, 1988, pág. 03.
21. Op. cit.
22.
Op. cit, “Geomancy and Imperial Position in Nara, Japan”,
Septiembre 2002. / “Ancient Astronomy and Geomancy in Kyoto, Japan”, Enero 2001. / Steinhardt, Nancy
Shatzman, “Chinese Imperial City Planning”, pág. 111.
23.
Op. cip., Yamachika, Kumiko;
“Jõ-Bõ System of Heijõ-Kyõ – City Planning in Ancient Japan”,
Abril 16 2001. / op. cit.
lado este, To-ji, de la avenida central Suzaku, a la altura de la novena Jõ.
Estos
fueron algunos de los aportes de la civilización china,
principalmente aquellos manifestados en la fundación de
la ciudad de Heian-kyõ. Ahora bien, la península coreana
también hizo sus aportes. Por eso habiéndose prestado atención
a los aportes de la primera, se tratara ahora sobre los
aportes de la última, particularmente en la cuestión del
establecimiento de comunidades de inmigrantes y la historia
de sus relaciones con los ostentadores de poder, ya que
“se tiene que considerar la historia multicultural de la
ciudad de Kyõto desde la historia no solo de la migración
de ideas sino también de la de personas”.24 La
selección del lugar para la futura capital de Heian-kyõ
es a menudo descrita en términos de geomancia. No obstante
hay que considerar que el posicionamiento social de esta
nueva casa imperial sugiere también conexiones con clanes
locales ya establecidos que estaban relacionados con los
reinos coreanos.25
Dentro
de todos, con el que se mantenía las relaciones más profundas
era con el reino de Paekche, conocido en japonés como Kudara.
Con el mismo se estableció una alianza militar. Además las
vinculaciones entre las altas esferas del gobierno eran
muy cercanas, tanto que se postulo como posibilidad de que
la casa gobernante de Yamato haya tenido sangre de una rama
de la familia real de Paekche. “Yamato no podría haberse
desarrollado como lo hizo sin su conexión continental con
Paekche”.26 Ahora bien, para este entonces la
situación política en la península coreana era inestable.
Los reinos de Koguryo, Paekche y Silla estaban en conflicto
entre si, de aquí la denominación de este período en dicho
territorio, como de los Reinos Combatientes. Esta situación
impulsaba las migraciones desde la península, ya que aparte
de aquellos que migraban en pos de la búsqueda de mejores
oportunidades y mayores libertades en nuevas tierras, estaban
aquellos que huían principalmente de esta situación, dirigiéndose,
entre otros probables destinos, al archipiélago japonés.
Esto se intensificó hacia el siglo VII d.C.
Dentro
de estos grupos de inmigrantes, se encontraban los Aya y
los Hata, a los cuales se les prestara especial atención.
Los primeros tuvieron participación, tanto como los segundos,
en el proceso de centralización de poder, los primeros específicamente
en Yamato, los segundos en Heian-Kyõ. Ambos provenían del
reino del Paekche, aunque se piensa que posiblemente algunos
provenían originalmente de Silla pero que escondieron su
origen haciéndose pasar por ser de Paekche. Estos tuvieron
una gran importancia ya que fueron nexo esencial en la vinculación
con el reino de Paekche mientras existió, y por extensión
con la península coreana.
Aya es
la traducción interpretativa tradicional en japonés de Han
en chino.27 Llegaron a
24.
Caron, B.; “Kansai’s Multicultural Spaces, Higashi-kujo
Madang (Korean Outdoor Theater) in Kyõto, & the Role
of Performance in Public Life”, Ten Thousand Things Multicultural
Webfinds, Kyõto Journal.
25.
Caron, B.; “Community, Democracy and Performance:
The Urban Practice of Kyõto’s Higashi-Kujo Madang”, pág.
36.
26. Op. cit., pág. 152.
27. Ídem, pág. 137.
principios del siglo V d.C.
Su concentración numérica más importante pero también de
ingerencia política se encontraba ubicada en la región de
Asuka en la provincia de Yamato (la actual prefectura de
Nara), en tierras probablemente concedidas por el Tenno,
que les permitió asentarse. Aquellos de sus miembros que
eran artesanos dedicados a actividades especializadas prestaban
sus servicios a y en la corte. Además los miembros más importantes
de la comunidad, algunos incluso miembros de la antigua
nobleza o funcionarios gubernamentales del reino coreano,
tenían vinculaciones con la corte de Yamato a la cual ofrecían
sus conocimientos para capacitar e instruir a sus agentes
entre otros temas en cuestiones de gobierno y administración,
diplomacia, contabilidad y finanzas, estrategia y tácticas
militares, y formalismo cortesano. Y es probable que hayan
sido integrados en el gobierno, asistiendo al Tenno. Se
puede apreciar contactos con los Tenno Jimmu, Yuryaku, y
Kimmei, quienes por sus servicios otorgaron ciertos beneficios
a la comunidad como también tierras, y ofrecieron a sus
líderes puestos de importancia en el gobierno con sus respectivos
derechos y privilegios.28 Incluso podrían haber
llegado a tener cierta ingerencia en la corte por su asociación
con determinados miembros cercanos a la familia gobernante.
“La familia Soga estaba asociada cercanamente con la familia
Aya de descendientes de inmigrantes coreanos”.29
Los Soga fueron quienes dominaron la escena política entre
fines del siglo VI y la primera mitad del siglo VII. Mantuvieron
el control de las cuestiones de gobierno ya que miembros
suyos ocuparon el puesto de jefe de ministro, posición que
consolidaron al manipular también a la familia gobernante
ya que contribuyeron con miembros femeninos de su familia
en calidad de consortes para el Tenno. Se postulo que algunos
de estos miembros femeninos habrían sido hijas o descendientes
de los Aya que se habrían cruzado y contraído matrimonio
con miembros de los Soga; de aquí la afirmación anterior
sobre el posible ingerencia sanguínea coreana en la familia
real de Yamato. Cuando los Soga fueron desplazados del poder
por la familia Fushiwara, los Aya también perdieron relativamente
influencia, más con la relocalización de la capital hacia
su nuevo emplazamiento en Nara.
No obstante,
aunque la posición de los Aya se debilitó, no fue así con
la ingerencia coreana en los asuntos japoneses ya que los
Hata vinieron a ocupar el lugar dejado. Los Hata también
colaborarían con los Tenno en cuestiones de estado, pero
además su participación tendría especial ingerencia en la
fundación y construcción de la capital de Heian-kyõ por
el Tenno Kammu. La región donde se establecería esta ciudad
no era una zona virgen de presencia humana al momento de
su fundación, sino que se encontraba poblada desde hacia
siglos antes de este acontecimiento. Por lo menos desde
fines del período Yayoi, basándose en restos arqueológicos,
la zona estaba ocupada por poblaciones indígenas con un
alto grado de prosperidad, complejidad social y desarrollo
político, ya que se han hallado en el área de Fukakusa en
las cercanías de la Montaña
28. Carter, W.R.; en Kodansha Encyclopedia of Japan, vol I. pág.
125, Ídem, pág. 139.
29. Ídem, vol 7. pág. 220, ídem pág. 146.
Inari de la cadena montañosa
Higashiyama al sureste de la ciudad, dos kofun o túmulos
de entierro en forma de ojo de cerradura, que datan aproximadamente
de la segunda mitad del siglo IV d.C. Hacia el siglo IV
d.C. la zona sería incorporada al reino de Yamato. No obstante,
hacia principios del siglo V d.C. llegaron nuevos pobladores
a esta, de procedencia extranjera, que afectarían profundamente
su desarrollo, específicamente los Hata (o Hada) de la península
coreana. Hata es la traducción interpretativa tradicional
en japonés de Qin en chino.30 Existen discusiones
acerca de sus orígenes. Se propuso, fundamentándose en analogías
lingüísticas y en una precaria evidencia textual, que no
provenían de la península coreana, sino del continente chino,
incluso se los llegó a considerar, según una referencia
que data del período Heian, por medio de uno de sus ancestros,
Yuzuki, como descendientes lejanos del primer emperador
chino Chih Shi Huang Ti.31 Más inverosímilmente,
también se planteó, fundamentándose nuevamente en analogías
lingüísticas y en un ambiguo y oscuro simbolismo aparentemente
de tradición religiosa judeo-cristiana, notado en sus construcciones
o ceremonias rituales, que provenían no del continente chino,
sino de más allá al oeste. Se los considero descendientes
de una de las diez tribus del destruido reino de Israel
en la región de Canaán, la actual Palestina, hacia el siglo
VII a.C. que finalmente llegaron al archipiélago japonés
trasladándose por las rutas comerciales que vinculaban el
continente europeo con el asiático.32 No obstante,
el planteamiento más verosímil es que provenían del reino
de Paekche de la península coreana. “De acuerdo con la leyenda
familiar, sus más importantes miembros fueron descendientes
de Yuzuki no Kimi, quien arribó del estado coreano de Paekche
alrededor del 400 d.C.”.33 El Nihongi identifica
al ancestro del líder de la comunidad como Yuzuki.34
También registra que en el año 405 d.C. “el señor de Yuzuki
vino de Paekche (…)”.35 “Y ningún clan fue más
notable, y más notablemente coreano, que el clan Hata de
Kyõto”.36 Aunque geográficamente estaban distribuidos
más dispersamente que los Aya, encontrándose asentamientos
suyos en diversos lugares al norte de la isla de Kyushu
y en el centro y oeste de la isla de Honshu, fue la comunidad
que se estableció en la región donde se fundaría la ciudad
de Heian-kyõ, la que cobraría principalmente mayor importancia
y controlaría al resto.37 Específicamente se
asentaron en tierras concedidas por el Tenno en el área
ubicada en la futura ciudad, entre el río Kamo y el río
Katsura, conocida como Uzumasa. Se encuentra registrado
en el Nihongi, “El Emperador Yuryaku quería y favorecía
a Sake, señor de Hada, y ordenó que la casa de Hada debería
ser reunida y dada al señor Sake de Hada. Entonces este
señor (…) presentó como impuesto finas sedas, las cuales
fueron
30. Ídem, pág. 138.
31. Shinsen Shõjiroku (La Nueva Compilación
de Apellidos), pág. 279, en ídem, pág. 137. / Shinsen Shõjiroku
(La Nueva Compilación
de Apellidos), en Smyers, K. A.; “The Fox and the Jewel:
Shared and Private Meanings in Contemporary Japanese Inari
Worship”, pág. 221.
32.
Gilhooly, R.; “Religious Sites, Relics Indicate Christ
Beat Buddha to Japan”, The Japan Times Online, Julio 24 2001.
/ Kubo, A.; “Israelites Came to Ancient Japan”.
33. Op. cit., vol III. pág. 111, en op. cit., pág. 137.
34.
Kojiki, pág. 561, en ídem.
35.
Nihongi, vol. I, pág. 261-264, en ídem.
36. Op. cit., pág. 35.
37. Op. cit., pág. 137.
apiladas como para llenar
la corte. Por consiguiente se le concedió el título de Udzu-masa
(en 471)”, que significa apilar, o el que apila. De esta
manera el área luego tomaría el nombre de Uzumasa.38
Esto ultimo estaría vinculado con la afirmación de que fue
el Tenno Nintoku quien le habría dado a los inmigrantes
el nombre de Hata a causa de que “ellos presentaron hilados
y sedas como tributo, y cuando el Tenno se puso las ropas
ellas era suaves y tibias como la piel”.39 Esto
fortalecía la otra posible traducción interpretativa tradicional
de Hata en japonés como telas.40 Los Hata hicieron
un gran acondicionamiento agrícola del terreno y de las
corrientes de agua implementando los conocimientos y técnicas
traídos desde continente. Esto esta evidenciado ediliciamente
en el dique construido en el río Katsura en el área de Arashiyama.41
Entre las diversas actividades especializadas a las que
se dedicaron sus miembros artesanos, se destacaron especialmente
aquellos dedicados a la sericultura y a la destilación de
sake; esto también tendrá su representación edilicia. Los
miembros más importantes de la comunidad también, al igual
que los Aya, tuvieron vinculaciones con la corte de Yamato
con la cual colaboraron capacitando e instruyendo a sus
funcionarios gubernamentales en diversas cuestiones de estado,
especialmente sobre contabilidad y finanzas. Tuvieron contactos
con el Tenno Yuryaku, como se menciono anteriormente, pero
también con el Tenno Kimmei, quien a cambio de sus conocimientos
y servicios los benefició ofreciéndoles puestos de importancia
en el gobierno. Se encuentra registrado en el Nihongi que
cuando Kimmei era joven vio un hombre en su sueño diciéndole
que “si vos haces un favorito de un hombre llamado Hata
no Ohotsuchi, vos poseerás seguramente el Imperio cuando
vos alcances la adultez”. Kimmei encontró a Hata no Ohotsuchi
en la región de Yamashiro y así lo hizo servir cerca de
su propia persona, y cuando llego al trono, lo nombró para
el Tesoro.42 Hacia principios del siglo VII,
casi 200 años antes de la fundación de Heian-kyõ, se puede
apreciar a partir de la evidencia edilicia que los Hata
estaban asentados en la región. En 603 D.C. Hata no Kawakatsu
construye el santuario Uzumasa, dedicado al protector familiar,
posteriormente conocido como el templo Koryu, que sería
el templo budista más antiguo de la futura ciudad Kyõto.
Este edificio también testimonia, a parte de la presencia
de los Hata, los contactos de estos con las más altas esferas
del gobierno. En este se encuentra una imagen del boddhisattva
Maitreya (Miroku Bosatsu), que recibió Hata no Kawakatsu
como regalo del príncipe Shotoku Taishi.43 Para
comienzos del siglo VIII d.C. construyeron otros santuarios,
estando algunos de ellos entre las más antiguas edificaciones
de la futura Kyõto, y uno, el santuario Inari, entre las
más características. Estas evidencian la asociación profunda
de los Hata con las creencias tradicionales indígenas, ya
que adoptaron a kamis como
38. Op. cit., pág. 365, en ídem. / “Uzumasa”,
Kyõto
City Tourism and Culture Information System.
39. Op. cit., Shinsen Shõjiroku (La Nueva Compilación
de Apellidos), pág. 97.
40. Op. cit., pág. 138.
41.
“Chronology of Kyoto”, Op. Cit. / McCullough,
W. H.; “The Capital and Its Society”, en “The Cambridge
History of Japan, Vol. II Heian Japan”,
pág. 97.
42. Nihongi, vol. II, pág. 36-37, en op. cit., pág. 138.
43.
Boscaro, A., Gatti, F., Raveri, M.; “Rethinking Japan”,
pág. 328. / op. cit., “Koryuji”. / op. cit., “From Uzumasa
to Tokiwa”. / op. cit. / op. cit., pág. 97.
benefactores de las actividades
principales a que se dedicaban. En 701 D.C. Hata no Imikitori
construyó el santuario de Matsunõ (Matsunõ Taisha), dedicado
al kami protector del sake, en cuya destilación se destacaban.44
Se piensa que el santuario Kaikono Yashiro (Kaikono Yashiro
Jinja), dedicado al kami protector de la sericultura, fue
construido por ellos.45 En 711 D.C. Hata no Iroko/Irogu/Irokogu
construyó el santuario de Inari (Inari Taisha), dedicado
a Inari, el kami protector del arroz y la abundancia agrícola
(luego también, por extensión, a la prosperidad comercial).46
Probablemente el firme establecimiento de los Hata en la
región al momento de la fundación de la ciudad pueda haber
sido una de la causas de su selección para la nueva ciudad
capital. Hacia mediados de 793 D.C. el Tenno Kammu tenía
en consideración a la región de Yamashiro, tras haberla
recorrido bajo pretexto de realizar expediciones de caza,
como una posibilidad bastante viable para el traslado de
la capital. Y cuando los geomantes y planificadores encargados
de inspeccionar esta región, bajo Ki no Kosani y Fujiwara
no Oguromaro/Otsugu, informaron satisfactoriamente que esta
cumplía con los requerimientos del Feng Shui para la relocalización,
el Tenno Kammu decide el traslado de la ciudad capital.47
“En 793 (…) el emperador ordenó … (la construcción de) una
nueva capital en la aldea de Uda la cual, como Nagaoka-kyõ,
estaba en la provincia de Yamashiro, un área que había sido
largamente habitada por la familia Hata”.48 Fujiwara
no Oguromaro/Otsugu, quien aparte sería el supervisor de
la construcción del palacio imperial, estaba relacionado
íntimamente con el clan Hata, ya que su mujer pertenecía
al mismo.49 Esto podría haber sido un ponderante
al momento de evaluar la región, ya que al momento de evaluar
la región habría sido un sesgo sobre el proceso de evaluación,
cargándole de una mayor preferencia. Los Hata no fueron
expropiados y desplazados, y sus edificaciones destruidas
sino que fueron considerados y respetados. Incluso existe
la sugerencia de que el palacio residencial del Tenno fue
localizado en el sitio de la casa de un líder del clan Hata.50
De esta manera sus edificaciones se integrarían a la futura
ciudad capital, convirtiéndose con el transcurso del tiempo,
en rasgos arquitectónicos esenciales de la misma. Los Hata
habrían de participar en la construcción de la ciudad; en
la misma trabajaron artesanos coreanos tanto para acondicionar
el terreno del emplazamiento como para construir edificaciones,
se sustento con el trabajo de los campesinos coreanos, y
se financió con capital coreano. “A fines del siglo VIII,
el clan Hata proveyó asistencia financiera para la construcción
de la nueva ciudad capital de Heian-kyõ”.51
44. Op. cit., “Matsunoo Taisha”.
45. Op. cit., “Konoshimanimasu Amaterumitama Jinja”.
46. Op. cit., pág. 16. / op. cit., “Fushimi Inari Taisha”.
47. Op. cit. / op.
cit., pág. 97, 100.
48. Abe, T.; en Kodansha
Encyclopedia of Japan, vol III. pág. 121, en idem, pág.
137.
49.
Ídem, pág. 98, 100.
50. Op. cit., pág. 98.
51. Op. cit., pág. 137.
Como se puede apreciar, en función
de la información presentada, la ciudad de Heian-kyõ experimento en sus orígenes la ingerencia de
elementos continentales, sean provenientes de China, sean
provenientes de Corea, participando los mismos en su misma
construcción. Mucho se perdió en el desarrollo histórico
posterior hacia la actual Kyõto. No obstante quedaría
por estudiar si estos siguen presentes, sea materialmente,
sea sutilmente, incidiendo en la urbanidad material de la
ciudad, o la concepción urbana que mantiene su población
residente. En este trabajo se presto especial atención a
la influencia de estos elementos foráneos, presentando al
pasar y superficialmente los elementos nativos. No obstante
estos también tuvieron su ingerencia, e interactividad con
los foráneos. Las concepciones nativas del ambiente y la
naturaleza, y su relación con los kamis, el pensamiento
respecto a la muerte y la corrupción, la cuestión de la
legitimación política por una genealogía divina y no por
el mandato celestial, una análisis más profundo y la influencia
de las distintas ciudades capitales entre si, son estas
algunas de las cuestiones apenas mencionadas en este trabajo
que por cuestiones de extensión no lograron tratarse que
merecen ser analizadas para una mejor comprensión de la
historia de las capitales en Japón, especialmente en el
caso de Kyõto.
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