
Silvina Agnelli
CONICET
silagnelli@hotmail.com
Bernarda Zubrzycki
CONICET-UNLP
berzub@infovia.com.ar
Trayectorias
migratorias y actividades económicas de los inmigrantes
senegaleses en la ciudad de La
Plata
Breve introducción
Nuestro trabajo se enmarca en una investigación más amplia desarrollada
en el ámbito de la Universidad Nacional de La Plata y que tiene por objetivo
general caracterizar y analizar la migración reciente proveniente
del África Subsahariana a la
Provincia de Buenos Aires y a la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. En esta oportunidad presentaremos una primera
aproximación a los migrantes provenientes de Senegal, caracterizando
particularmente sus trayectorias migratorias, las actividades
y los circuitos laborales en la ciudad de La
Plata (Pcia. de Buenos Aires). Cabe aclarar
que este recorte geográfico tiene que ver con que en la
mencionada ciudad – donde se ubica la Universidad en la cual
desarrollamos nuestra actividad laboral- se han hecho notablemente
visibles desde mediados de 2007 estos migrantes que arman
sus puestos de bijuterie en las calles céntricas y fue con
ellos que comenzamos a hacer trabajo de campo en referencia
al proyecto arriba aludido.
Todos los senegaleses que hemos contactado en La Plata residen en la ciudad
autónoma de Bs. As., específicamente en el barrio de Once
y unos pocos en Palermo y Belgrano; hemos entrevistado y
realizado charlas informales con al menos 15 senegaleses,
siendo aproximadamente unos 40 los que actualmente están
trabajando en la ciudad.
Dentro de los obstáculos que hemos encontrado
al llevar adelante el trabajo de campo debemos destacar
la dificultad para localizar a los senegaleses en la ciudad,
ya que muchos no están ubicados en un lugar o puesto fijo,
sino que desarrollan la venta en la vía pública de manera
itinerante, caminando las calles céntricas y entrando a
bares y restaurantes. A ello se suma la aparición de organismos
de control del Estado como la
AFIP, la
Policía, y fundamentalmente los controles
municipales respecto a los vendedores ambulantes, lo que
hace que muchos de ellos estén temerosos de dar información.
Sin embargo, la mayor dificultad reside en que, al ser recién
llegados (o relativamente recién llegados; todos los entrevistados
están en argentina desde hace dos años y medio como máximo
y dos meses como mínimo) muy pocos hablan castellano, siendo
la lengua de origen el wolof.
Los senegaleses en Argentina
A partir de la década del '90 comienza a percibirse un incremento en
el número de africanos que ingresa a Argentina, gran parte
de los cuales proceden de Senegal, Malí, Nigeria, Ghana,
Sierra Leona, Liberia y Guinea
[1]
. La llegada de estos inmigrantes parecería
ajustarse a las tendencias identificadas por estudios internacionales
sobre la inmigración africana, los cuales refieren que en
general los emigrantes se dirigen hacia destinos no convencionales
con los que no tienen vínculos previos lingüísticos, culturales
o coloniales –como el caso de nuestro país-, en parte debido
a la profundización de la inestabilidad económica de África
Occidental entre 1980-1990 y a las políticas restrictivas
de los países europeos.
De las 1883 personas nacidas en África censadas en Argentina en el
año 2001, la mayor parte nació en Egipto (17,42%), Marruecos
(15,24%) y Sudáfrica (11,31%).
Entre los africanos que están en Capital, la mayoría nació en Egipto
(23,13%), Marruecos (17,04%), Sudáfrica (8,59%) y Senegal
(6,09%), luego se ubican los argelinos, libios, tunecinos,
congoleños, sierraleoneses y nigerianos.
De los censados en provincia de Buenos Aires los principales países
donde nacieron son Egipto (15,17%), Marruecos (13,7%), Sudáfrica
(11,34%) y Cabo Verde (7,36%), seguidos por Túnez, Argelia,
Libia, Etiopía, Nigeria y Senegal.
En el resto del país la población de origen africano en su mayoría
nació en Argelia (17,01%), Sudáfrica (15,35%), Marruecos
(14,73%) y Egipto (12,03%).
En síntesis, los países que se destacan son tres: Egipto, Marruecos
y Sudáfrica, existiendo una diferencia entre la Capital, donde el cuarto
lugar lo ocupa Senegal, y la provincia de Buenos Aires,
donde dicho lugar es ocupado por los Caboverdeanos
[2]
.
Si sólo analizamos los migrantes del África Subsahariana, los países
mas representados son Sudáfrica con 139 censados y Senegal
con 61.
La información suministrada por el Comité de Elegibilidad para los
Refugiados (CEPARE) entre el año 2000 y 2006 señala que
se iniciaron 501 trámites de pedido de refugio por parte
de africanos del área subsahariana: 18 de Guinea, 23 de
Ghana, 23 de Camerún, 26 de Liberia, 29 de la República Democrática
del Congo, 58 de Nigeria, 87 de Sierra Leona y 182 de Senegal.
Mientras que entre 2006 y lo que va del 2008 se recibieron 594 solicitudes
de refugio, 11 provenientes de ghaneanos, 18 de guineanos,
27 de marfileños, 35 de nigerianos y 438 de senegaleses
[3]
.
De todas formas, a pesar del alto número de ingreso de senegaleses,
no podemos saber por cifras oficiales cuantos se quedan
en el país.
Otro hecho que nos marca la cada vez mayor presencia de estos migrantes,
es la recientemente creada “Asociación de Residentes Senegaleses”
[4]
, asociación civil que tiene como principal
objetivo legitimar la presencia de senegaleses y obtener
un reconocimiento formal por parte de las autoridades argentinas.
Su presidente, un inmigrante con más de 10 años en el país,
nos señalaba en una entrevista:
“Los senegaleses
en estos últimos años están llegando constantemente y en
pequeños grupos los cual evidentemente llega un momento
en que nos encontramos con bastantes compatriotas senegaleses
aquí en la argentina. En el pasado nunca se planteó la posibilidad
de crear una estructura para aunar a todos. No había muchos, éramos pocos”.
Respecto a quienes migran, tanto por nuestro trabajo de campo como
por investigaciones publicadas por otros autores
[6]
, podemos señalar que los senegaleses
que llegan hoy al país son mayoritariamente varones de entre
20 y 35 años, solteros los más jóvenes. Aquellos casados
han viajado solos, dejando a la familia en Senegal.
En al menos dos casos sus esposas vinieron a Argentina luego
de unos años, pero se trata de senegaleses que están en
el país hace varios años. Respecto a las mujeres que migran,
hasta el momento hemos tenido conocimiento de unas diez
que están en el país, y salvo el caso antes mencionado de
las casadas, el resto son solteras y llegaron solas, pero
este es un dato que aún no hemos podido corroborar.
Los motivos a los que aluden son económicos: algunos por falta de trabajo
en el lugar de origen y otros para mejorar las condiciones
de vida de la persona y el grupo familiar, tanto para los
que tienen formación profesional o técnica –que son los
menos- como para los trabajadores no calificados. Los primeros,
en general, migran ni bien terminan la universidad o los
estudios superiores. Entre los segundos son pocos los que
terminaron la escuela primaria y en su mayoría se dedicaban
al comercio y a la venta ambulante o en puestos de ferias
en Senegal.
Aquellos autores que han analizado la migración senegalesa en Europa,
fundamentalmente en Francia, España e Italia, señalan que
la emigración es considerada una estrategia familiar, una
empresa colectiva donde la familia ve al hijo emigrante
como su salvador.
Lo mismo podemos marcar para Argentina, tal como lo expresa un entrevistado:
“La gente trabaja, viajan para buscar trabajo,
para buscar estabilidad, y casi 80% de las familias en Senegal
viven de la plata de la gente que están afuera, sí, casi
80% de las familias porque es común la gente del afuera
que mandan plata, le mandan plata a su a sus parientes,
yo personalmente …yo por ejemplo a fin de mes junto algo
como 400, 500 pesos y le mando a Senegal, hay gente que
sufre allá de necesidad.
Ganar plata y ayudar a sus pariente que son
de allá, a sus hermanos. Allá es costumbre una madre que
junta plata para pagar el boleto a su hijo y decirle “andate
a trabajar para ayudarme”, hacen eso, las mujeres que trabajan
juntan plata para pagar el boleto. Es…es como alegre, alegría que tus hijos salgan para ir afuera
trabajar, mandar plata, algo así, por eso juntan plata le
dan a sus hijos, por eso también un hijo que está afuera
piensa mucho en “tengo mi familia, tengo mi papá, tengo
mi mamá, juntar plata para venir acá yo también tengo que
trabajar mucho para volver hacer plata para le ayudar”,
por eso no le gusta tanto jugar o gastar no, buscan juntar
plata para le ayudar”.
Por otro lado, tal como refiere Rodríguez García, la idea de que a los que están en el exterior
les va muy bien es un mito que se retroalimenta, pues los
propios emigrados nunca cuentan las experiencias negativas,
idealizando de este modo el proceso migratorio y fortaleciendo
la idea del “paraíso en el extranjero” (2002:264). Lo mismo
señala Goldberg en su análisis de los senegaleses en Barcelona:
el emigrado se percibe en origen como un exitoso, un referente
social: hacerse hombre, tener dinero, mujer e hijos. El
prestigio se manifiesta no sólo en términos materiales,
sino sobre todo sociales y simbólicos, ya que el emigrante
exitoso es aquel que mantiene la responsabilidad moral de
redistribuir su riqueza, manteniendo financieramente a su
familia, su comunidad y sus redes de amigos (2004:78).
Un senegalés residente en Bs. As. nos señalaba al respecto:
“Lo que pasa es que
el mundo de … el mundo de los migrantes es un mundo muy
complejo, es un mundo que tiene sus códigos, los que están
acá cuando van allá no dicen todo lo que están sufriendo
porque para ellos es un prestigio entonces no hay que decir
las cosas como están para guardar digamos, porque esto le
permite legitimizar frente a los otros, o sea tener un estatus,
entonces claro lamentablemente no dicen.
Algunos vuelven,
o sea, algunos bien que mal llegan a poder juntar algo,
en este momento quizás los primeros porque eran pocos y
la situación no era tan difícil, pero hoy en día…”
Respecto a posibilidad de volver a Senegal o quedarse definitivamente
en Argentina, los casados en origen se plantean ahorrar
dinero y regresar en algún momento, pero no traer a su familia
aquí, ya sea “porque es muy caro el viaje” o porque “vivir
acá cuesta dinero”. Otra posibilidad es la que comenta N.D.,
casado en Senegal y con un hijo de 7 años:
“Mi sueño es quedarme
a trabajar acá y tener los documentos para ir y volver,
ir y volver, trabajar acá para ir a ayudar a la familia
y volver, pero no traer a la familia porque cuesta mucho”.
Los casados en Senegal y la mayoría de los solteros que tiene a sus
padres y familia allí envían dinero mensualmente y se comunican
telefónicamente todas las semanas.
El envío de dinero mensual, como bien lo señala Moreno Maestro (2006)
para el caso de los senegaleses en Sevilla, no sólo es importante
por el valor económico sino también por el valor simbólico
que tiene en la sociedad de origen, tal como lo señalamos
más arriba respecto al prestigio del emigrado.
De Senegal a La Plata
Los senegaleses que hemos entrevistado en la ciudad de La Plata en general han viajado
solos y llegan a Argentina desde Brasil. En Senegal no hay
embajada ni consulado argentino, pero si brasilero, por
lo cual pueden pedir -y conseguir- visa para ingresar a
dicho país.
El trayecto realizado es el siguiente: desde Dakar (Senegal) abordan
un avión a Fortaleza (Brasil); a veces el recorrido es Dakar-Cabo
Verde-Fortaleza. Una vez llegados a Brasil se trasladan
en colectivo hacia São Paulo, de allí hacia Buenos Aires
cruzando la frontera por Uruguayana.
“Yo quería salir legalmente, yo estuve estudiando
no soy, no soy ¿como se dice? no quería salir ilegalmente.
Yo buscaba salir legalmente con los papeles, seguir mi estudio
hasta terminar en Europa, pero por mala suerte los europeos
son muy cerrados, son muy cerrados, por eso, yo tenía la
suerte de conocer que no hay problema de acá, de Argentina,
una persona que hacen las cosas, trámites para salir para
ir a Argentina. Pero tiene que le pagar, tiene que le pagar,
él te ayuda a tener la entrada de Brasil, legalmente, todos
los africanos que están acá generalmente, unos, no todos,
unos tienen la entrada de Brasil son legal en Brasil (…)
Llegué hasta el aeropuerto de Brasil, después me fui ya
a … ¿la terminal se dice? para tomar el micro, para ingresar
ilegalmente en Argentina porque no tenía la entrada Argentina,
pero como estamos en el mercosur, Argentina, Brasil, pienso
que son del mercosur. No se hace esa verificación de personas
que entran, me vine aquí tranquilamente en Argentina, tuve
para pagar algo como 100 reales, algo así, ciento y algo
para tomar el micro directamente. Había control de la gendarmería
pero pensaba que soy brasilero, como soy negro pensaban
que soy brasilero, no me pidieron ni pasaporte, no me pidieron
nada hasta Retiro. Desde Retiro llamo a un compañero que
está acá hace 4 años, lo llamo para decirle que bajo en
Retiro. Así llego, legalmente hasta Brasil ilegalmente hasta
acá.”
Por
lo que hemos indagado hasta el momento, hay una red migratoria
organizada que comienza con la obtención de la visa para
Brasil, la llegada y el paso por la frontera
[7]
.
“En Senegal hay un
grupo de senegaleses que están allá y nunca viajaron en
Argentina, no saben donde se queda la gente, hacen propagandas,
cosas grandes diciendo que en Argentina hay plata, “cuando
viajas te vas a construir casa, hay un chico que viene recién
de Argentina tiene una casa” ¿entendés? hacen propaganda.
El pasaje vos tenés
que juntar tu plata para pagar el pasaje, ellos te ayudan,
te ayudan a sacar la visa de Brasil, vos le pagás y te sacan
la visa de Brasil porque tienen conocimiento, amigos en
la embajada, te sacan la visa en 2 días, legal, legal.
El pasaje es caro,
por eso tenés que juntar plata para viajar, aparte que la
plata de Senegal no es tan fuerte, para juntar 6000 pesos
no es tan fácil y desde Senegal vos pagás a estos senegaleses
que están allá y ellos tienen amigos [también senegalese]
que están en Brasil que te esperan allá. Vos vas, vas allá
en Brasil, ellos te buscan en el aeropuerto y te quedás
con ellos dos días, ellos te ayudan a pasar hasta … ¿Uruguayana?
no sé como se dice, a la frontera. Desde la frontera hay
un brasilero que está allá, le pagás a este brasilero, él
te ayuda a sacar el boleto hasta entrar en el micro, el
micro te lleva directo hasta Buenos Aires. Este brasilero
te ayuda a pasar la frontera, hasta pasar, pero están trabajando
juntos con los senegaleses, los senegaleses con los brasileros.
Ellos te dicen donde ir, nada más, ellos son como guías,
como guías te muestran el camino, porque vos no sabés, ellos
te muestran: acá tenés que tomar el micro, acá tenés que
bajarte”.
Tal como lo señala Moreno Maestro (2006) para Sevilla o Goldberg (2004)
para Barcelona, la inmensa mayoría viene al país porque
cuenta con algún conocido o familiar en Buenos Aires, es
decir, se insertan en cadenas migratorias, entendidas como
la transferencia de información y apoyos materiales
que familiares, amigos o paisanos ofrecen a los potenciales
migrantes para decidir o concretar su viaje. Las cadenas
facilitan el proceso de salida y llegada, pueden financiar
en parte el viaje, gestionar documentación o empleo y conseguir
vivienda. También se produce un intercambio de información
sobre los aspectos económicos, sociales y políticos de la
sociedad de llegada. Las cadenas forman parte de una estructura
mayor, las redes migratorias (que conectan el país de origen
con el lugar de llegada) (Pedone, 2002; citado por Moreno
Maestro, 2006).
Así, por ejemplo, un senegalés
nos decía:
“Acá [en Argentina]
había un amigo, un amigo pero ahora él se fue a otro lado,
a otro país. Yo venir para… él venir primero, no conozco
nada de acá por eso cuando yo venir yo vivo junto con él,
nada más. Él estaba acá. [ahora vivo] con otros chicos, porque nosotros
estamos juntos siempre, siempre ¿entendés? nosotros ahora
vivimos juntos, son 8, pero … pero tenemos dos piezas”.
Al arribar a Buenos Aires todo senegalés recién llegado tiene una dirección
de hotel o pensión a donde dirigirse o un teléfono a quien
acudir.
“Porque allá en África en cada barrio por lo
menos hay un senegalés que sale de viaje, antes de venir
acá le va a preguntar a su familia por ejemplo, dame el
número por ejemplo de Mamadou que está en Argentina, y él
me llamo desde Senegal, para decirme voy a venir este mes,
yo tengo que dar la información a los senegaleses que están
acá: “hay un joven que viene de mi barrio”, tenemos que
hacer todo para le ayudar, cada uno tiene por ejemplo un
compañero acá o un algo como un como hermano que te llamo
antes de llegar, y vos tenés que le ayudar es una obligación,
no es algo… pero es obligación cultural es cultural, el
que llamó para decir que voy a venir este mes, vos tenés
que dar la información al grupo, y la gente prepara algo
para él y él viene y la gente le da la mercadería, le da
3 meses algo así, y tiene que poner en contacto con un senegalés
que está acá hace 1 año algo para salir con vos, te muestra
los bares donde vendemos, los lugares, por ejemplo este
joven que está conmigo para le mostrar los lugares algo
así. Él viajó solo y antes de llegar él tiene que llamar,
para la organización para todo, por ejemplo que colectivo
tomar o algo así, hay que ayudarlo, es una organización
para ayudarlo, no hay problema por eso, pero después de
los 3 meses, uno tiene que buscar su camino, por los 3 meses
la gente te ayuda como corresponde, es una obligación, 3
meses y después de 3 meses la gente que llega acá se va
buscar su camino.”
También tienen, por así decirlo, los primeros meses de estadía en el
país y el trabajo asegurado, sabiendo ya antes de llegar
que se van a dedicar a la venta ambulante, pudiendo comenzar
a trabajar al día siguiente de su arribo. Sus conocidos
aquí, con los que seguramente está viviendo en una pensión
del barrio de Once, gestionan inmediatamente el préstamo
de mercadería junto al “maletín negro” en el cual se transporta
y se ofrecen los anillos, cadenas y pulseras a la venta.
Los recién llegados tienen un maletín pequeño, con pocos
artículos y en general durante los primeros días de trabajo
salen a vender junto a otro senegalés más experimentado
y que habla castellano.
Esta primer entrega de mercadería es a préstamo y se va devolviendo
durantes los tres o cuatro primeros meses de ventas en Argentina.
Luego cada vendedor va comprando y reponiendo los artículos
vendidos, aunque en algunos casos prefieren vender mercadería
de otra persona y no invertir en comprar la propia.
“Los africanos senegaleses son así, tienen
esa costumbre, cada mes o cada 2 meses hacemos una reunión
para sensibilizar a la comunidad que está acá, para ayudar
a los nuevos que vienen, juntar plata, cada día cada uno
da 10 pesos cada uno para hacer un fondo de plata, uno que
llega que no tiene plata lo ayudamos le prestamos, para
trabajar después va a volver la plata.
Te dan por ejemplo 300 pesos, 500 para que empieces y después se la devuelve la
plata. Y la mercadería también, generalmente ningún africano
va a tener problema de mercadería, de bijou o de plata,
sólo los vagos que no les gustan trabajar tienen ese problema,
pero uno que llega recién la gente te da algo como 1000
pesos de mercadería. Porque hay 2 africanos que son que
tienen mucha mercadería ellos viajan entre África y Argentina
legalmente por que tienen papeles,
tienen DNI, hace 10 años que viven acá, entonces
viajan a África, compran mucha mercadería de África y después
te prestan como 1000 pesos para empezar y después te va
a volver, generalmente es así que empiezan los senegaleses
que llegan acá”.
En general cada vendedor tiene un puesto fijo en la calle, pero hay
algunos –como mencionamos ya en la introducción- que prefieren
vender de manera ambulante en bares y restaurantes.
Hay varios vendedores “mayoristas”, es decir, aquellos que entregan
el maletín con la mercadería a los senegaleses que venden
en la calle. Algunos de estos mayoristas tienen locales
donde venden también al público, pero muchos entregan la
mercadería directamente en sus residencias. La mercadería
viene principalmente de Brasil, traída por brasileros y
a veces por senegaleses que viajan a ese país a comprarla,
pero en algunas ocasiones proviene de Senegal como resultado
del viaje de alguna persona a su país de origen, pero los
vendedores ambulantes que ya tienen más tiempo en el país
también compran mercadería argentina en el barrio de Once,
como pulseras de plástico, artículos en madera para hacer
masajes, gorros y bufandas, relojes, etc.
“Hay compañeros que
venden al por mayor, la buscan al por mayor. Ellos viajan
a Brasil, hace 4 años que están acá,
de Brasil buscan las cosas, vienen, a veces cuando
un senegalés está de vacaciones por ejemplo en Dakar en
Senegal cuando viene, viene con remeras tradicionales, tambores,
porque después del verano, los senegaleses viajan mayormente
después del verano. Yo ahora conozco 5 senegaleses que están
de vacaciones ahora en Senegal, que fueron a Mar del Plata
trabajaron todo el verano, juntan su plata y se van de vacaciones
y van a volver después del frío, todo el frío se quedan
allá para salvarse ¿viste? cuando vuelven vienen con mercadería
ellos, conozco muchos senegaleses, así trabajamos ¿viste?
cuando unos se van vos necesitás algo le manda”.
“Ellos [los mayoristas]
no necesitan un negocio, no necesitan un local para pagar
impuestos no, ellos tienen todo en valijas en su casa, vos
vas, saca su carnet y pone tu nombre, “¿necesita algo? ¿cuánto
necesita, $1000 pesos?” te lo pone y te lo da ahora todo
listo. Si vos le llamás, si no tenés tiempo vos le llamás
“necesito $2000 pesos de mercadería” él te la trae, conozco
un senegalés que tiene, todo lo pone en la noche dentro
y va a todos los hoteles donde viven los senegaleses “¿cuánto
necesitás?” y te lo da, “¿vendiste cuánto hoy?” vendiste
por ejemplo dos cajones de anillos “¿quieres dos cajones
para reponer?” y él repone los dos cajones, así trabajan
pero son mayoristas. Hay varios, ningún senegalés va se
quedar sin mercadería, eso es cierto, porque si le necesita
se le da. Algunos hacen cadenitas, algunos venden anillos
solos, algunos venden los dos juntos, vos le decís cualquier
cantidad que necesitás, él te la da, él tiene que reponer
la plata, después te quedás con tu propia mercadería si
querés comprar te vas a comprar, tenés que poner tu plata,
pero eso le tiene en su casa guardado”.
Es también a través de las redes de amigos y compañeros de pensión/hotel
que se van conociendo los mejores lugares para vender y
los posibles circuitos laborales.
“Es una decisión personal de elegir el lugar
donde vender, pero hay lugares que son generalmente comunes,
que la gente van allá porque es costumbre de por ejemplo
Mar del Plata, porque la gente que hace la playa hace mucha
plata, la gente va en vacaciones en la playa y la información
pasa entre los africanos, el lugar es un lugar de plata,
es una información general entre los africanos, el mes de
diciembre Mar del Plata se llena de gente, vamos a Mar del
Plata, así todo el mundo hace sus valijas para irse allá
3 meses”.
“Allá en capital cada uno tiene que se levantar
a la mañana para buscar su lugar donde puede vender bien,
a veces la gente se queda en capital hay africanos, senegaleses
que se quedan en Buenos Aires, no le gustan salir porque
tienen puesto, buen puesto allá. Hay gente que eligen La Plata, hay otros que eligen
por ejemplo Liniers, Morón, algo así. Generalmente los chicos
que vienen, los nuevos no salen, porque no conocen bien
los lugares se quedan en Buenos Aires, los primeros meses
van en Liniers, a veces Morón, con el tren, a veces Ciudadela,
Caballito, con el tren van y vuelven, después cuando empiezan
a tener mercadería salen para ir a Mar del Plata, acá a
La Plata o a Córdoba cuando hay
feria, generalmente, pero uno que no tiene mercadería no
puede ir porque con 500 pesos no se necesita viajar, uno
que tiene por ejemplo 500 pesos de mercadería estás gastando
tu plata, no se necesita viajar, hay que tener por ejemplo,
más inversión, algo como 3000 pesos para salir, ir en un
lado, ir una feria o comprar mercadería de 4000 pesos para
ir a Mar del Plata, pagar un puesto a 1000 pesos para 3
meses, alquilar un departamento, una garantía de 3000 pesos
para 3 meses, algo así, uno que empieza ahora no le puede
hacer”.
Uno de estos lugares de venta que pronto comenzó a popularizarse entre
los senegaleses es la ciudad de La Plata. Los primeros que llegaron a La Plata lo hicieron en el año
2006; son tres compañeros que alquilan un departamento en
el barrio de Once y que todavía hoy vienen a vender a la
ciudad. Al principio eran los únicos, pero de a poco se
fue difundiendo la nueva ciudad como “un lugar tranquilo
y donde se vende bien”, además de que la ciudad de Buenos
Aires “está llena de senegaleses que venden en la calle”.
La mayoría viaja alternando el tren y el colectivo –que si bien es
más caro, también lo consideran más seguro-. Por un lado
están aquellos que vienen a la ciudad de lunes a viernes.
Algunos también vienen los sábados y domingos a las ferias
de artesanos principalmente de Parque Saavedra y Plaza Italia.
Hay unos pocos que trabajan durante la semana en otras zonas,
por ejemplo Liniers, y vienen sólo los fines de semana a
estas ferias platenses.
Los más nuevos van y vienen con su pequeño maletín, mientras que los
que hace más tiempo que venden en la zona y que tienen más
mercadería, dejan las valijas y mesas sobre las que exponen
la bijuterie en algún comercio donde ya son conocidos, generalmente
porque ubican su puesto de venta cerca de la puerta de entrada.
Solo hay un caso, una mujer, que tiene un local fijo en una feria en
un lugar cerrado. Trabaja allí de jueves a domingos y de
lunes a miércoles vende en la ciudad de Buenos Aires. Llegó
al país sola en el 2006 y al año se casó con un senegalés
que conoció en al avión desde Cabo Verde a Argentina. Es
el marido, que tiene documentación en regla, quien alquiló
el local. Antes vendía con su maletín en la calle, cerca
de la terminal de trenes.
Las regiones de origen de estos senegaleses que hoy están trabajando
en la ciudad son principalmente Thiès, Diourbel y Dakar
y todos son musulmanes, tanto de las cofradías tijan como
mouride, y en su mayoría pertenecen al grupo étnico wolof.
A modo de cierre
Este trabajo es una primera aproximación al análisis de la migración
senegalesa en Argentina, particularmente a través de los
migrantes que hoy trabajan en la ciudad de La
Plata.
Todo lo expuesto nos permite formular una serie de interrogantes y
temáticas a seguir investigando, aspectos que ya han sido
abordadas por investigadores que estudian la migración senegalesa
en Europa y que nos permitirán realizar un trabajo comparativo.
Más allá de continuar con la caracterización sociodemográfica
en cuanto a sexo, edad, estado civil, ocupaciones, escolaridad,
entre otras variables, deberemos analizar si las diferencias
sociales, étnicas y religiosas en el país de origen influyen
en las motivaciones y causas de la migración.
También deberemos analizar el rol que asume la cofradía mouride en
el proyecto migratorio y la circulación de personas, bienes
materiales y simbólicos entre Argentina y Senegal, lo que
nos permitiría hablar de una “comunidad trasnacional”.
Bibliografía
Bava,
S. 2003 “Les Cheikhs mopurides itinérants et l´espace de
la ziyara à Marseille”. Anthropologie et Société, Vol. 27, Nº1.
Blanco, P. 2007 “Contingencia,
catástrofe y subjetividad en los polizones africanos que
arriban a la Argentina” Revista Escuela de Historia Año 6, Nº
6, Universidad Nacional de Salta.
Cicogna,
M.P. 2007 “La comunidad de refugiados peruanos y senegaleses
en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Su caracterización sociocultural”. Ponencia
presentada en las VII Jornadas de Sociología de la UBA, Buenos Aires, 5 al 9 de noviembre de 2007.
Domínguez, M. E. 2004 O “Afro” entre
os imigrantes em
Buenos Aires: refloexões sobre as diferenças.
Disertación de Maestría. Programa de Pós-graduação em Antropologia
Social. Universidade Federal de Santa Catarina.
Goldberg,
A. 2004 Ser inmigrante
no es una enfermedad. Inmigración, condiciones de vida y
de trabajo. El proceso de salud/enfermedad/atención de los
migrantes senegaleses en Barcelona. Tesis Doctoral en
Antropología Social y Cultural,
Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo
Social. Universitat Rovira i Virgili. Tarragona, España.
Gomes, M. 2001 “Apuntes para una historia de las instituciones negras
en la
Argentina”. En Picotti, D (comp.) El
negro en la Argentina. Presencia
y negación, Buenos Aires, Editores de América Latina
.
Kobelinsky,
C. 2003 “Ciudadanía Liminal. La objetividad quimérica del
refugiado. Las trayectorias de refugiados malienses
y senegaleses en Buenos Aires.” Tesis de Licenciatura. Facultad
de Filosofía y Letras, UBA.
Maffia,
M; Ottenheimer, A.C; Zubrzycki, B. 2007 “Nuevos inmigrantes
africanos en Argentina”. Actas
de las XI Jornadas Interescuelas - Departamentos de
Historia. Tucumán.
Moreno Maestro, S. 2005 “La Cofradía Mouride
en la emigración senegalesa: ¿agente de desarrollo?”. En
Palenzuela, P. y Gimeno, J.C. (coords) Culturas
y desarrollo en el marco de la globalización capitalista.
Fundación El Monte. Sevilla.
Moreno Maestro, S. 2006 “Aquí
y allí, viviendo en los dos lados. Los senegaleses de Sevilla,
una comunidad trasnacional.” Estudios y monografías
(1). Editado por la Junta de Andalucía, España.
Rodríguez García, D. 2002 Endogamia,
exogamia y relaciones interétnicas. Un estudio sobre la
formación y dinámica de la pareja y la familia centrado
en inmigrantes de Senegal y Gambia entre Cataluña y África.
Tesis Doctoral en Antropología Social y Cultural. Universitat
Autònoma de Barcelona, España.
Traoré, B. 2006 “Los inmigrantes senegaleses en la Argentina: ¿Integración,
supervivencia o participación?” Ponencia presentada en las
Primeras Jornadas Afroargentinos hoy; invisibilización,
identidad y movilización social. La Plata, 5 y 6 de octubre de
2006.