Notas: 1) Territorios de
influencia militar norteamericana en el Caribe; 2) Íd.
políticoeconómica; 3) Estados del Pacto ABC.
A la lucha por la libertad
política, la seguridad y la madurez territorial que caracteriza la historia de
las naciones hispanoamericanas del siglo XIX, sucede en el siglo XX la lucha por
la independencia económica, especialmente grave a causa de la debilidad de
aquellas naciones frente al astro de primerísima magnitud del firmamento
internacional: los Estados Unidos.
Desde que éstos ganaron la guerra
contra España en 1898 intervinieron en los asuntos del mar Caribe, cuyo
interés llega a ser dominante en los círculos políticos de Washington desde
el momento en que se decidieron a construir el canal de Panamá (inaugurado en
1914). Ello explica la intervención diplomática, financiera e incluso militar
de los Estados Unidos quienes apoyaron el movimiento secesionista en el istmo de
Panamá entre panameños y la república de Colombia, favoreciendo el nacimiento
de Panamá (1902). Uno de los países en el que los Estados Unidos intervinieron
con más energía fue Nicaragua (signo 1).
En América del Sur la
intervención de los Estados Unidos tuvo un carácter financiero. La mayoría de
las naciones de aquel continente sucumbieron ante las tentaciones del dólar.
Para oponerse a esta política de avasallamiento, Argentina, Brasil y Chile
formaron un bloque internacional llamado de los países ABC (signo 3).
La política de recelo entre los
Estados Unidos y los países hispanoamericanos duró hasta el año 1933. En este
año el presidente Roosevelt predicó la política de "buena
vecindad". Desde entonces las relaciones interamericanas se han
regularizado en los llamados Congresos panamericanos y en la Organización de
Estados Americanos (OEA).
El único conflicto militar grave
del período fue la guerra del Chaco, que estalló entre Paraguay y Bolivia
para impartirse los terrenos estériles del Chaco occidental (1924-1938).