Notas: 1) Posesiones
imperiales e hispánicas de los Habsburgo.
El Occidente de Europa, que desde
el siglo XIII había carecido de cohesión política, se halla sometido en la
primera mitad del siglo XVI a dos fuerzas de signo contrario: la imperial
encarnada en Carlos V de Alemania y I de España, y la particularista, de
carácter nacional en Francisco I de Francia y religioso en los principales
alemanes. En el gráfico se expresan las bases territoriales de la política del
emperador.
Carlos V, en efecto, recibió
una cuádruple herencia: de su abuelo paterno, Maximiliano, las posesiones
de la casa de Austria en Alemania (Austria, Estiria, Carintia, Carniola,
Tirol y Sundgau, aparte de otros territorios menores y derechos sobre el
ducado de Milán); de su abuela paterna, María, los territorios
de Borgoña, a saber: Holanda, Flandes, Artois, Brabante, Luxemburgo, el
Franco Condado, y el ducado de Borgoña (éste con litigio con Francia);
de su abuelo materno, Fernando de Aragón, Aragón, Valencia, Cataluña,
Baleares, Cerdeña, Sicilia, y Nápoles, más algunas plazas africanas; y de
su abuela materna, Isabel, Castilla, Navarra, Granada, varias
plazas del litoral marroquí, Canarias y los nuevos territorios
americanos.