Signos: 1)
Territorios de la casa de Habsburgo; 2) Territorios de la casa de
Luxemburgo; 3) Territorios de la casa de Wittelsbach en Baviera y
Palatinado; 4) Territorios de la casa de Wettin en Sajonia; 5) Territorios
de la casa de Borgoña; 6) Territorios del Imperio en Alemania (rojo) y en
Italia (naranja); 7) Límites teóricos del Imperio alemán.
Después de Staufen y del gran
interregno de fines del siglo XIII, el Imperio alemán vive una época de
decadencia durante las centurias siguientes, en las que sufre la disgregación
paulatina del territorio y, al mismo tiempo, del poder imperial. Estos dos
hechos hallan su expresión adecuada en el mapa.
Si examinamos las fronteras
teóricas del Imperio, tal cual se indica en el signo 7, parece que la
afirmación anterior es poco sólida, aunque incluso en este aspecto los
emperadores hayan perdido en el Oeste el antiguo reino de Borgoña. Pero los
hechos comprueban que entre los siglos XIV y XV se hicieron autónomos por
completo los siguientes territorios: los cantones suizos, Saboya, y el ducado de
Milán, Génova (con Córcega) y Tuscia (o Toscana) (signo 6). En cuanto a
Venecia amplió sus territorios en Terra Ferma (baja llanura del Po) y el
Adriático.
Este debilitamiento del poder
alemán en Italia dio lugar a la lucha de los Anjou (Provenza) y Aragón
(Cataluña) por Nápoles y Sicilia. Según expresan las flechas en negro,
aquellos se establecieron en Nápoles y estos últimos en Cerdeña y Sicilia.
En el interior del Imperio aparecen
cuatro grandes casas principescas, que gracias a su poder pueden mantener cierto
prestigio en la persona del emperador cuando el título recae en uno de sus miembros.
Así, la casa de los Habsburgo, con sus posesiones del Tirol, Carniola,
Carintia, Estiria y Austria (signo 1); la de Luxemburgo, con Luxemburgo,
Bohemia, Moravia, Lusacia, Silesia y Brandeburgo (signo 2); la de Wittelsbach,
con Baviera y el Palatinado (signo 3) y los Wettin en el electorado
de Sajonia (signo 4); y la de los incipientes estados de Borgoña
en los Países Bajos (signo 5).