LAS CASAS DE MONEDA ESPAÑOLAS EN AMÉRICA DEL SUR
IV.- El final del poder español en Sud América
Los cobres de Santa Marta
Las presiones de la guerra de independencia y la consiguiente falta de circulante hicieron que en 1813 los realistas que se encontraban en Santa Marta optasen por acuñar unas crudas monedas de cobre en las cuales además de fa fecha con las iniciales "S.M." y "F.VII" para indicar el lugar de fabricación y el nombre del soberano.
Esas primeras piezas samarias fueron mandadas recoger por una Real Orden del 26 de febrero de 1814, lo cual se realizó eficientemente al punto que cuando en agosto de 1817 el ayuntamiento de Santa Marta pidió al virrey Francisco Montalvo que autorizase la circulación de la moneda recogida, el fiscal en su informe asevera que a la fecha la orden estaba cumplida y recomendaba que pidiese Santa Marta monedas menudas a la ceca de Bogotá. Las buenas intenciones de las autoridades de Santa Fe no pudieron cumplirse, sin embargo, por la lentitud con que se acuñaba en la capital en ese momento por lo que finalmente tuvo Montalvo que autorizar no sólo lo solicitado por el ayuntamiento, sino también la fabricación de piezas hechas en base a la fundición de pesos fuertes y acuñadas a razón de 20 reales por peso. La falsificación casi inmediata que se produjo hizo que el 14 de diciembre de 1818 un bando del virrey Juan Sámano y Uribarri las mandase recoger. [1]
En 1820 Santa Marta produjo moneda por última vez. En esta oportunidad se trató de dos piezas: Cuartillos y 2 reales. Las menores llevan como diseños una cruz de Jerusalén con las iniciales de la ciudad, un castillo y una espada con balas de cañón en los campos entre los brazos de la cruz, y el valor "1/4" coronado y flanqueado por el castillo y la espada y las balas. Las de 2 reales tienen el mismo diseño de la cruz en el reverso, y en el anverso se aprecian las columnas de Hércules coronadas, el valor y la fecha. [2]
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