LAS CASAS DE MONEDA ESPAÑOLAS EN AMÉRICA DEL SUR
IV.- El final del poder español en Sud América
Postrimerías del poder español en el Nuevo Reino
A la muerte de Sarratea y Goyeneche, el 19 de enero de 1797, quedó encargado de la Superintendencia de la ceca el contador Lorenzo Morales Coronel, quien por su larga experiencia en la fábrica pudo llevar a buen término su encargo y entregar, a fines del mismo año, la superintendencia al coronel ingeniero Antonio Saliquet y Negrete, nombrado por Carlos III el 12 de julio de 1797.
Lamentablemente para el coronel Saliquet su viaje por el río Magdalena y la subida a la sabana de Bogotá debilitaron su salud al punto que no se pudo nunca recuperar, falleciendo en la ceca el 13 de junio de 1800 de "diathesis escorbútica, ocasionada por malos alimentos y grandes trabajos que sufrió en su navegación." Se sumaron a sus males los alojamientos dispuestos para el superintendente, de los cuales se quejó al virrey desde un comienzo sin lograr ninguna mejora. Al día siguiente del fallecimiento de Saliquet volvió a ocupar la superintendencia interina Lorenzo Morales Coronel hasta la toma de posesión de Pedro Fernández Madrid, el 2 de octubre de 1801, nombrado por Carlos III como sucesor en la superintendencia. Tampoco hubo suerte en esta oportunidad, pues antes de transcurridos dos años, una enfermedad terminó con su vida el 24 de octubre de 1803.
Llegó finalmente, a la muerte de Fernández Madrid, el momento de Lorenzo Morales Coronel, quien el febrero de 1803 había recibido el título de superintendente "ad honorem", y que en la práctica la ejercía por la mala salud del titular. El 7 de marzo el virrey lo nombró superintendente en propiedad, cargo que ocupó hasta setiembre de 1812. Las calidades de Morales Coronel quedan demostradas ampliamente por la merced que recibió del gobierno de la República al otorgarle esta por su dilatado apoyo, la jubilación completa aún cuando era español de nacimiento.
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